A 14 días del cierre de listas de candidatos a diputados nacionales que participarán en las elecciones primarias, los radicales presionan por sumar más dirigentes en los primeros lugares de las listas, a fin de evitar que el macrismo obtenga la mayoría en el interbloque de la Cámara baja.
El oficialismo pone en juego 40 de sus 86 escaños en Diputados: 22 los radicales y el Frente Cívico de Catamarca, 13 el PRO, 3 la Coalición Cívica. Las restantes corresponden a dos monobloques aliados macristas, la Democracia Progresista y la agrupación Libertad, Valores y Cambio, del misionero Alex Ziegler.
La disputa central es que el macrismo quiere sumar unas 50 bancas propias en tanto los radicales buscan evitar que la diferencia entre la UCR y el PRO supere los cinco escaños, para mantener el equilibrio entre las fuerzas que hoy existe dentro del interbloque.
Por ese motivo, los radicales exigieron el martes pasado al presidente del Comité Nacional, José Corral, que pelee en las negociaciones con el macrismo por más lugares en las listas que se deben presentar hasta el 24 de junio para las PASO del 13 de agosto.
En las Primarias, los partidos políticos definen los candidatos que competirán el 22 de octubre. Ese día se renuevan 127 bancas en la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.
La paridad de fuerzas en el interbloque Cambiemos entre la UCR y el PRO permitió un equilibrio en la distribución del poder por el cual el macrismo se quedó con la presidencia de la Cámara de Diputados y la titularidad de las dos principales comisiones (Presupuesto y Asuntos Constitucionales), y los radicales con la jefatura del interbloque, en manos del radical cordobés Mario Negri.
Por eso, para Negri es central que el radicalismo obtenga 27 bancas -la misma cantidad que ingresó en el 2013- porque, de esta manera, sumando las 18 que tienen mandato hasta el 2019 alcanzará los 45 representante. Así, mantendría las cinco de diferencia si el macrismo alcanzara el medio centenar de escaños.
El PRO sólo pone en juego 13 bancas de sus 41, con lo cual tendrá una base de 28 diputados con mandato hasta el 2019, y con sumar unos 22 lugares alcanzaría los 50 diputados.
En la provincia de Buenos Aires, el principal distrito del país, el PRO aspira a sumar seis o siete diputados, y le ofreció renovar las tres bancas que pone en juego el radicalismo contando entre ellas la de Facundo Manes. Pero la UCR quiere tener esas tres sin contar al neurocirujano, porque sostiene que esa postulación es una propuesta del PRO.
La gobernadora María Eugenia Vidal quiere además incorporar algún dirigente de la Coalición Cívica, y ya sumó como extrapartidaria a Graciela Ocaña.
El problema de la UCR para obtener 27 bancas es que el PRO quiere que los radicales cedan cinco: una en Jujuy, y las demás en Córdoba, Mendoza, Santa Cruz y La Rioja.
El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, aceptó el pedido del gobierno nacional y ya comunicó a los dirigentes del PRO que la lista será encabezada por un radical -posiblemente se apostará a la reelección de Gabriela Burgos- y el segundo lugar será para un macrista, porque allí ponen dos bancas en juego.
En Mendoza los radicales obtuvieron hace cuatro años tres bancas, pero ponen dos en juego. La restante ahora la tiene la socialista Lucía Dure, quien reemplazó a Julio Cobos cuando el ex vicepresidente asumió como senador. Y el gobernador Alfredo Cornejo aceptó el pedido del gobierno de ceder al PRO el segundo lugar en la lista.
En Santa Cruz, el radicalismo arriesga dos bancas y aquí su principal referente Eduardo Costa -que seguramente será candidato a senador- mantiene abierta las negociaciones con el macrismo para la conformación de las listas.
Lo mismo sucede en La Rioja donde se ponen en juego dos lugares y el ministro de Defensa, Julio Martínez, está negociando la conformación de las nóminas con el macrismo. Es probable que le otorgue un lugar al Gobierno, ya que el funcionario se postulará para un lugar en el Senado.
En cambio, los radicales son optimistas en sumar una banca por la ciudad de Buenos Aires, donde renuevan un solo escaño y esperan que la lista que encabezará Martín Lousteau obtenga tres diputaciones y dos de ellas correspondan a la UCR, incluyendo al propio ex embajador en Estados Unidos.
Otro punto de discordia es la lista de Cambiemos en Córdoba, donde la UCR pone en juego tres bancas y el PRO quiere que el macrista Héctor Baldassi encabece la representación de la coalición oficialista.
Al radicalismo también se le suma otra dificultad y es que el gobierno nacional quiere otorgar bancas a la Coalición Cívica, que encabeza Elisa Carrió, ya que la dirigente aceptó encabezar junto al PRO la lista en el distrito porteño.
Carrió ya obtuvo dos en ciudad de Buenos Aires -donde también irá a la reelección Fernando Sánchez- una en provincia de Buenos Aires y otra en Santa Fe. Ahora está pidiendo la reelección de la chaqueña Alicia Terada.
También en Santa Fe, los radicales se quejaron de que Corral haya aceptado la propuesta del Gobierno de que la lista la encabece el ex rector de la Universidad del Litoral y funcionario del Ministerio de Educación, Albor «Niky» Cantard, en lugar de proponer la reelección de Mario Barletta.