A sus 85 años, el nepalí Min Bahadur Sherchan intentará volver a ser la persona de mayor edad en escalar los 8,848 metros del Everest, la montaña más alta del mundo a cuya cima ya llegó en 2008 cuando, con 76 años, obtuvo el record que ahora quiere revalidar.
«Quiero escalar el Everest y con ello inspirar a la gente a que tenga grandes sueños», dice Sherchan en una conversación con la agencia alemana Dpa difundida hoy.
«Mi ascensión demostrará que los mayores no deben renunciar a alcanzar sus objetivos», agregó.
En 2008, Sherchan ostentó por primera vez, con 76 años, el récord que ahora quiere volver a conseguir, proque el japonés Yuichiro Miura lo destronó en 2013 a los 80.
Sherchan coincidió con él en esa expedición, pero el mal tiempo y una enfermedad lo llevaron a perder la marca.
El terremoto que sacudió Nepal dos años después, con un saldo de más de 9.000 muertos, impidió cualquier nuevo intento de recuperar el récord.
Todo indica que las cosas irán mejor esta tercera vez: una media docena de mecenas ya aceptó apoyar la nueva tentativa del nepalí.
Además, cuando Sherchan intente de nuevo subir el Everest, a más tardar a mediados de abril, lo acompañarán seis sherpas para asistirlo.
«Está en buena forma, pero no ha permanecido a grandes altitudes desde su último intento», dice Shiva Sapkota, que deberá guiar el equipo al Everest.
«Viajaremos primero a Muktinath, a unos 3700 metros sobre el nivel del mar, para prepararlo para la altura».
Para no sobrecargar a Sherchan, el grupo que dirige Sapkota se apartará de la estrategia habitual y en vez de ir y venir desde el campamento base a lugares más altos para acostumbrarse a la altura, el grupo esperará en el campamento base o en un lugar un poco más alto el momento adecuado para subir a la cima.
«Cuando haga buen tiempo intentaremos la ascensión», dice Sapkota. Las mejores condiciones meteorológicas para subir suelen darse la segunda quincena de mayo.
Sherchan escaló el Everest por primera vez hace 13 años. Para estar en forma recorrió Nepal de este a oeste, unos 1.200 kilómetros llanos. Luego se aventuró en un área montañosa de 200 kilómetros que iba de Katmandú a la turística Pokhara.
«Si llego una vez más a la cima, será una sensación maravillosa», dice el nepalí.
Scherman está comprometido con los derechos de las personas mayores, una causa para la que quiere utilizar la atención que recibirá su ascenso.
No obstante, no es seguro que tenga éxito, teniendo en cuenta que unas 700 personas intentaron subir al «Techo del mundo» el año pasado, pero casi 300 de ellas debieron renunciar antes de llegar a la cima y cinco murieron.