La principal conclusión de las charlas y talleres del segundo Encuentro Internacional de Familias de Personas con Síndrome de Down, que se realizó esta semana en Gualeguaychú, fue, según afirman los organizadores, que «los grandes cambios para una mejor calidad de vida de las personas con síndrome de Down fueron impulsados por las familias, que trabajamos por la inclusión desde antes de la existencia de la Convención».
Así lo expresaron en la denominada «Declaración de Gualeguaychú», un documento que recoge las conclusiones del Encuentro Internacional de Familias de Personas con síndrome de Down que fue organizado por la Fundación Incluir y la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (Asdra), y que finalizó este fin de semana con la presencia de más de 200 familias de países del Mercosur, donde compartieron e intercambiaron buenas prácticas para asegurar una vida plena de las personas con discapacidad.
«Una de las conclusiones más contundentes fue reafirmar la necesidad de que las familias promuevan espacios de participación para, así, organizarse e incidir en políticas públicas y en la cultura para una mejor calidad de vida de las personas con síndrome de Down», expresó Pablo Recchia, uno de los organizadores.
Asimismo, en el documento se expresó que «hay que tener atención a las necesidades específicas del colectivo y con un espíritu colaborativo y compartido para trabajar en red con las organizaciones que promueven los derechos de las personas con discapacidad en general, y siempre en el marco de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad».
En tal sentido, los organizadores manifestaron que el movimiento asociativo de familias de la Argentina sigue con cautela el lanzamiento del Plan Nacional de Discapacidad que anunció la Casa Rosada y que, además, considera imperioso ser convocado para aportar su larga trayectoria y experiencia en relación al desarrollo de buenas prácticas para la inclusión escolar y laboral de las personas con discapacidad intelectual.
También reclamaron que de manera urgente se mejoren los procedimientos para la tramitación y renovación del Certificado Único con Discapacidad, ya que las familias denunciaron la existencia de criterios dispares en el país cuando realizan las gestiones.
«Los grandes cambios para una mejor calidad de vida de las personas con síndrome de Down fueron impulsados por las familias, que trabajamos por la inclusión desde antes de la existencia de la Convención. Debemos seguir fortaleciéndonos para articular de manera más organizada y siempre con una escucha activa a las personas con síndrome de Down, que son el motor de todas nuestras acciones», subrayaron Pablo Recchia y Gustavo Martín, presidentes de la Fundación Incluir y ASDRA respectivamente.