Estudiantes de tercer año de la Escuela Secundaria Técnica Juan XXIII del municipio bonaerense de Marcos Paz crearon un bicicletero “invisible” que no ocupa lugar sobre la superficie del suelo cuando no es utilizado.
“In-Bicible” es un dispositivo sencillo hecho con materiales básicos que se puede instalar en espacios públicos (veredas, parques o plazas) y en patios interiores (escuelas, fábricas, dependencias públicas) de fácil construcción y sencilla instalación.
En declaraciones formuladas a Télam, el director del establecimiento educativo, Fabián Di Nardo, aseguró que “la idea surgió para solucionar el problema del espacio en la escuela porque no teníamos lugar en el patio para que los chicos dejen sus bicicletas”.
“Entonces, un grupo de 15 chicos de tercer año empezó a analizar los bicicleteros que estaban amurados en distintos espacios públicos y decidieron hacer uno que no se vea, que esté amurado al piso para optimizar espacio en lugares reducidos”, precisó.
Detalló el directivo que si bien existen diversos tipos de bicicleteros que se pueden conseguir en el mercado con diseños variados, todos deben ser fijados en el lugar donde serán utilizados, y luego, ocupan un sector que será de uso exclusivo para ellos.
“Por ende, ese espacio no podrá utilizarse para otro fin”, dijo y completó: “ellos decidieron hacer uno que no ocupe espacio mientras no se lo emplea”.
Así, los jóvenes pusieron manos a la obra y realizaron un primer diseño en el taller del colegio que más tarde fabricaron en hierro.
Cada bicicletero “invisible” está amurado al suelo y tiene capacidad para una bicicleta; y los usuarios levantan una “U” de estacionamiento e introducen la rueda cuando desean estacionarla y la atan con candado o cadena.
Al momento de irse, vuelven a colocar la “U” al ras del piso, en su base, y el artefacto queda escondido.
Los costos para producir el bicicletero fueron bajos, ya que el colegio contaba con las herramientas y máquinas necesarias para crearlos: una máquina de soldar por arco eléctrico, una amoladora angular y una taladro, cinta métrica, escuadra y lima plana.
Para los primeros 5 dispositivos se invirtieron $ 6000.
“Nosotros colocamos 25 dentro del patio de la escuela, que es muy chico, y así encontramos una solución a ese problema. Ahora uno puede caminar sin obstáculos. Sirvió para optimizar espacio”, precisó el profesor.
Por el invento, los alumnos obtuvieron una mención especial en el Premio Innovar 2017 del Programa Nacional de Popularización de la Ciencia y la Innovación en el que estudiantes presentan propuestas para estimular la transferencia de conocimiento y tecnología a través de proyectos innovadores que mejoren la calidad de vida.
“Ahora, la idea es trabajarlo en la ciudad. Ya colocaron bicicleteros en bancos y otras escuelas de la ciudad”, contó Di Nardo y apuntó que “este dispositivo es un elemento facilitador de la vida cotidiana, por lo que su uso se puede promover y difundir en todos los lugares donde haga falta”.