Unos 75 muñecos gigantes, que representan a un constructor de juguetes, los amigos de Toy Story, la niña Vampirina, Coco, Mi pobre angelito, La Casa de Papel y los Minions, entre otros, arderán en los primeros minutos de 2019 en La Plata, renovando una tradición única en el país que se celebra desde 1956 y que ni el temporal del fin de semana pudo arruinar.
La mayoría de los momos, de más de seis metros de altura con estructura de madera, hierro, revestidos con papel de diario y papel maché pintado, ya estaban instalados este fin de semana en distintas ramblas de La Plata donde serán quemados por lo que sufrieron la lluvia y el viento que azotó la región, pero tras el dolor de ver destruida la obra de casi todo un año los vecinos volvieron a reparar sus muñecos y están listos para arder desde la madrugada del 1 de enero.
La municipalidad de La Plata habilitó la aplicación Geomomos para que los vecinos puedan rastrear la localización de muñecos y visitarlos antes de la quema o presenciar el espectáculo de fuego en la madrugada.
Esta tradición popular es regulada por el municipio, ante quien los creadores de los muñecos debieron registrarlos para que las autoridades inspeccionen las condiciones de armado y determinen si su quema reviste algún riesgo.
En la esquina de 10 y 40, donde el ritual se realizó por primera vez en 1956 en la puerta del desaparecido almacén y bar de Don Luis Tortora, con la quema de un muñeco que homenajeaba a un jugador del Club Cambaceres, arderá en la madrugada un muñeco gigante de «Pelusa», la elefanta que vivió más de 40 años en el Zoológico platense y que murió este año.
En 72 entre 13 y 14 arderá «Drako, creador de ilusiones», que muestra a un anciano fabricante de juguetes de antaño: trencitos, soldaditos, ositos; obra de Gaam Drako, un grupo de artistas platenses que año a año construyen escenas con muñecos gigantes con movimientos y sonidos.
Esta obra fue una de las que más sufrió los daños de la lluvia y vientos de más 80 km por hora que asoló la madrugada de ayer en La Plata, pero pasada la desazón de ver todo destruido, llegó la sorpresa de ver a cientos de platenses que, munidos con papel de diario, cartón, y harina, se acercaron a colaborar en la reconstrucción de «Drako, creador de ilusiones».
Lo mismo sucedió con los muñecos «Mi pobre Angelito», y «Los dibujos Retro», que también fueron reconstruidos por los vecinos y ya están de nuevo listos para ser quemados en las primeras horas del 2019.