Argentina cuenta con 100 «Hoteles más verdes», tras las recientes certificaciones otorgadas ayer a establecimientos que cumplen normas de preservación del ambiente y el patrimonio cultural y social, informó la Asociación de Hoteles de Turismo (AHT).
Este reconocimiento se otorga a hoteles que introducen en sus procesos de trabajo herramientas eficaces para mejorar la gestión y promover prácticas sustentables que protejan, desarrollen y preserven el hábitat y la comunidad donde se encuentran.
Según la AHT, la certificación de los primeros 100 hoteles en el país superó la meta propuesta para 2018, que era de un aumento del 25% de este tipo de establecimientos, pero la suba fue de 36% de «hoteles verdes”.
Para la entidad, esto «evidencia el fuerte trabajo y compromiso de la industria de la hospitalidad con la preservación del medioambiente, el patrimonio cultural y social y el crecimiento de las economías regionales».
La Asociación, responsable de certificar esta categorización, anunció que espera cerrar 2019 con 200 Hoteles Verdes en todo el país, «de la mano de los Gobiernos provinciales y de las secretarías de Gobierno de la Nación de Turismo y Medio Ambiente».
Parte de este logro, asegura, fue posible gracias al trabajo desarrollado en conjunto con los ministerios y organismos de turismo provinciales y municipales de todo el país, con el objetivo de promover la implementación de procesos responsables en los prestadores turísticos, principalmente en los establecimientos de alojamiento.
Entre los hechos destacados en este aspecto, menciona el convenio firmado en junio último con el Gobierno de Córdoba y la Agencia Córdoba Turismo, que permitió crear un plan bianual de gestión sustentable en más de 100 alojamientos turísticos de la provincia.
La AHT menciona criterios de la Organización Mundial del Turismo, que destaca la compleja relación entre la actividad hotelera y el entorno, por lo que debe realizarse con cuidado para evitar impactos negativos.
Entre éstos, señala la destrucción irreversible del entorno, generación de residuos sólidos, degradación ambiental, urbanización de áreas rurales y sobresaturación de la capacidad de carga de los destinos.