La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, sostuvo anoche que «la discusión política» respecto del desalojo en la planta Pepsico Snacks en la localidad bonaerense de Florida, partido de Vicente López, «no tiene demasiado sentido», por cuanto las autoridades policiales debieron obedecer una «decisión judicial» que «había que cumplir».
La funcionaria se refirió anoche al desalojo que se realizó en las primeras horas de ayer por parte de fuerzas de seguridad en la planta de Pepsico Snacks de Vicente López, que cerró el 21 de junio último, cuando la compañía comunicó a los 600 empleados que trabajaban allí que se trasladaba a la localidad bonaerense de Mar del Plata.
«La discusión política en torno a esto no tiene demasiado sentido: hay un tema en la Argentina que es que durante muchos años la ley se utilizó de acuerdo a las necesidades de la política. Y cuando hay un juez que te dicta qué hacer, tenés que hacerlo», definió la funcionaria anoche en América TV.
En este sentido lamentó que en los últimos años «en Argentina, la ley perdió centralidad» y planteó que «hubo miles de casos durante el gobierno de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en que no cumplían órdenes, la policía no iba», cuando se decidían desalojos.
«No es un problema sólo de las inversiones: es de las relaciones entre todos y si tomamos la decisión de un camino en que Argentina tiene que tomar un apego a la ley para ser un país más previsible, yo tengo que actuar, y si tengo que pagar un costo individual, no lo va a hacer el gobierno. (…) El país estaba dado vuelta, sin ley, desordenado», concluyó.
En los incidentes del desalojo se produjo la rotura de un caño de gas lo que generó el riesgo ambiental que había sido advertido por el fiscal a cargo, Gastón Larramendi, quien basó su orden de desalojo justamente en la cantidad de combustible y tanques que se encontraban en el depósito del galpón.
También se debió evacuar un colegio que se encontraba en las inmediaciones, decisión tomada por los propios docentes y padres.
La toma por parte de los trabajadores había comenzado el día 24 de junio y continuó hasta ayer.