Caetano Veloso, uno de los músicos brasileros más influyentes y de mayor fama internacional, cuya obra se caracteriza por su espíritu vanguardista y su compromiso político y social, cumple hoy 75 años, en momentos en que trabaja en un nuevo proyecto junto a sus hijos Moreno, Zeca y Tom, según anunció oficialmente días atrás su esposa Paula Lavigne.
Con unos 50 discos editados, este músico bahiano confeccionó una notable obra artística, en donde logró hacer convivir a la tradición con la vanguardia, sin dejar de prestar atención al mensaje de libertad y compromiso que incorporó del movimiento hippie de los ’60.
A lo largo de su carrera, Caetano Veloso fue responsable de memorables discos como “Cores, nomes”, “Muito”, “Outras palavras”,“Cualquer Coisa” y “Circuladô”, entre otros, que cosecharon una legión de admiradores en todo el mundo, además de propinarle el respeto y admiración de sus colegas.
Entre sus composiciones más recordadas pueden rescatarse “Sampa”, “Queixa”, “Alegría, alegría”, “Superbacana”, “Um indio”, “O leozinho”, “Corazón vagabundo”, “Menino do Rio”, “É proibido proibir”, “Você e linda” y “Você não entende nada”.
Asiduo visitante de nuestro país, su último concierto en territorio porteño data de marzo pasado, ocasión en la que se mostró junto a la cantante carioca Teresa Cristina, con quien abordó un repertorio acústico.
«La verdad es que no me considero un gran músico. Cantar mis canciones solo con mi guitarra muestra mi individualidad, las peculiaridades de mi trabajo», dijo a Télam, en esa ocasión, al tiempo que dejó sus impresiones sobre el delicado momento político que vive su país.
«Por mi personalidad y mi formación, hay muchas cosas de las que están ocurriendo que yo ya mes las prefiguraba. Brasil está preguntándose una vez más si va a deshacerse o si sabrá utilizar la crisis para presentar algo luminoso al mundo”, sentenció.
Nacido en una populosa familia bahiana, Caetano creció en medio de las canciones tradicionales que se bailaban en los populares bailes que se desarrollaban en el patio de su casa, lo cual lo dotó de un conocimiento casi enciclopédico de esos ritmos.
Tras un paso por la Universidad para estudiar artes, Caetano Veloso tuvo un primer contacto con el ámbito profesional de la música cuando acompañó a su hermana María Bethânia, quien había sido invitada a participar de una obra.
Luego de un debut discográfico junto a Gal Costa, con la placa “Domingo”, este artista fundó junto a su gran amigo y socio musical Gilberto Gil el Tropicalismo, un movimiento contracultural que rescataba la tradición brasileña, desde la psicodelia imperante de la época.
Sin embargo, el activismo político de esta dupla iba a hacer ruido en el convulsionado Brasil de fines de los ’60 al punto de que sufrir la detención por una supuesta “falta de respeto al himno nacional”, que la empujó a un resonado exilio en Londres.
Allí, Caetano graba varios discos en donde entremezclaba canciones en inglés y en portugués, con clásicos como “London, London”, en el cual detalla su confuso sentimiento de vivir en un país que lo trataba bien, pero en el que no se sentía del todo cómodo por los motivos que lo obligaban a permanecer ahí.
Hacia mediados de los 70, regresó a Brasil y forma parte del espectáculo “Doce bárbaros”, junto a Gilberto Gil, Gal Costa y María Bethânia, con el que visita por primera vez nuestro país.
Desde ese momento, la figura de Caetano Veloso no paró de crecer con una obra que, sin olvidar el pasado, tenía siempre un ojo puesto en las nuevas tendencias. Una muestra cabal de ello es que en cada espectáculo de este artista pueden desfilar en su repertorio canciones de los Beatles, clásicos del jazz, de la bossa nova, del samba o composiciones de músicos de vanguardia como Arto Lindsay.
Pero además, este músico bahiano también puso atención en los sonidos tradicionales de otras parte del mundo como Nigeria, tal como lo reflejó en su disco “Bicho”, de 1977, o en América latina, como ocurrió con “Fina estampa”, de 1994.
Del mismo modo, Caetano Veloso mantuvo permanentemente contacto con las generaciones más jóvenes, lo que le permitió adentrarse en el mundillo del rock, con disco eléctricos como “Noites de norte”, “Cê” o el más reciente “Abraçaço”.
De esta manera, se lo pudo ver compartir escenario tanto con la leyenda de la bossa nova Joao Gilberto, como con rockeros como Fito Páez, con quien grabó versiones de “Corazón Clandestino” y “La rumba del piano”, por citar sólo dos casos.
Con una reputación muy bien ganada, Caetano Veloso no descansa y vuelve a abrevar en generaciones más jóvenes en su nuevo proyecto, para el cual no dudó en convocar a los hijos que decidieron seguir sus pasos artísticos.