El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axek Kicillof, consideró hoy que en el juicio que se sigue por la causa en la que se investiga el presunto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz «no hay un sólo hecho del Código Penal» contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y señaló que la acusación del fiscal Diego Luciani fue «un armado, un guión con motivos políticos».
«Ayer, cuando vi el alegato de la defensa de Cristina, del doctor Carlos Beraldi noté no que se desnudó la farsa, sino que se cayó a pedazos la acusación», respondió el mandatario ante una consulta de Télam en el marco del segundo día de alegato ante el Tribunal Oral Federal 2.
«Es muy impresionante: se pasaron 3 años haciendo un juicio donde los testigos que traían los acusadores, los fiscales, en realidad desdecían uno por uno todas las acusaciones», reflexionó Kicillof y consideró que se trata de «un escándalo jurídico de una magnitud inmensa».
En ese contexto, el dirigente planteó: «Siempre los jueces dicen ‘bueno no importa si es amigo’. Pero siempre van a a jugar a la quinta de Mauricio Macri, siempre se van a tomar un café con Macri. Si van a tener amigos dentro de otros ámbitos podrían no ser siempre con el PRO, o con Macri o con Pepín Rodríguez Simón que está prófugo en Uruguay».
Al cuestionar el accionar del fiscal Luciani, opinó que «los testigos que llevaba, decían que eso no pasó» y recalcó: » fueron por lana y salieron esquilados».
«Fue una bancarrota judicial, que demuestra lo que venimos diciendo hace tiempo, que es que toda la acusación fue un armado, un guión con motivos políticos, no hay un solo hecho del Código Penal».