La amnesia infantil es el término que describe la ausencia de recuerdos entre los 0 y los 3 años, edad aproximada en la que según los científicos los niños empiezan a retener recuerdos y vivencias. Edad en la que también se desarrolla la atención y la capacidad de observación. ¿Cómo funciona la memoria de los niños?, ¿a qué edad se tiene el primer recuerdo?

La memoria es la función del cerebro que permite, a través de la red de conexiones neuronales, codificar, almacenar y recuperar la información del pasado. La memoria se va desarrollando desde que nacemos, y al igual que otras habilidades cognitivas se puede estimular la memoria de los niños a través de herramientas como el juego.

La amnesia infantil, o falta de recuerdos de los primeros años de vida, ha sido objeto de atención por parte de los investigadores y expertos en psicología. Sigmund Freud ya fue partícipe de este debate a principios del siglo XX, si bien su teoría de la amnesia infantil (o amnesia de la niñez) fue que se trataba de recuerdos reprimidos. Pero hay otros planteamientos surgidos en los últimos años sobre la memoria infantil.

La Teoría de la Memoria Pasta apunta a que los primeros recuerdos surgen en torno a los 3-3,5 años años de vida, lo que explica que la mayoría de los adultos no recuerden nada anterior a esa edad. Pero no se trata exactamente de que no haya nada antes de los tres años, sino de que los recuerdos tempranos son tan efímeros que el cerebro, todavía en desarrollo, no es capaz de retenerlos.

La psicóloga Patricia Bauer, de la Universidad Emory (Georgia, Estados Unidos), utiliza el simil del colador de pasta, por cuyos agujeros se cuelan fácilmente esos primeros recuerdos. A medida que el niño va creciendo, los recuerdos se hacen más grandes y dejan de colarse.

Otro estudio, desarrollado por investigadores de la Universidad de Toronto, apuntó a que el hipocampo de los niños de menos de tres años no se ha desarrollado lo suficiente para poder almacenar recuerdos a largo plazo. El proceso de creación de nuevas neuronas (denominado proceso neurogénesis) sería el que impide que el cerebro retenga recuerdos a largo plazo durante los primeros años de vida.

Los bebés aprenden durante la gestación, y al nacer sí tienen memoria, aunque todavía no han desarrollado la que se conoce como memoria a largo plazo y que es la que permite almacenar la información de forma duradera.

Durante los primeros meses los bebés tienen memoria inconsciente, la cual les permite reconocer el olor o la voz de su madre, aunque sin ser conscientes de haberlos percibido anteriormente. Primeros recuerdos que, aunque difusos, sirven de orientación al bebé en sus rutinas diarias (comer, dormir…).

Aproximadamente a partir de los 3 meses el bebé empieza a identificar sus juguetes, y a partir de los 6 meses reconoce las caras de las personas más cercanas (padres, hermanos, abuelos…). En torno a los 9 meses empezará a recordar dónde ha dejado los juguetes, por ejemplo.

En torno a los 12 meses los niños comienzan a utilizar el lenguaje o sonidos para decir lo que quiere, aunque será a partir de los 24 meses cuando el niño podrá recordar nombres (personas, objetos, lugares…), colores y formas y empezar a relaciones situaciones. Son los primeros pasos para el desarrollo de la memoria a largo plazo.

La mayoría de los estudios coinciden en señalar que es a partir de los 3 años cuando los niños desarrollan la memoria consciente, es decir, la capacidad de recordar y almacenar esos recuerdos en el cerebro hasta la edad adulta.