Un nuevo estudio apoya la existencia del horizonte de sucesos, aportando otra prueba exitosa para la Teoría de la Relatividad de Einstein.
Un equipo de astrónomos de la Universidad de Texas en Austin y la Universidad de Harvard (EE. UU.) han puesto a prueba un principio básico de los agujeros negros, mostrando que la materia desaparece completamente al colisionar con la última frontera del agujero negro: el horizonte de sucesos. Sus resultados constituyen otra prueba exitosa para la Teoría General de la Relatividad de Albert Einstein.
La mayoría de los científicos está de acuerdo en que los agujeros negros están rodeados por un horizonte de sucesos. Una vez que la materia o la energía se acerca lo suficiente al agujero negro, no puede escapar. Sin embargo, a pesar de estar creencia tan extendida, la existencia del horizonte de sucesos se ha quedado en teoría, no ha podido demostrarse. Hasta ahora.
El estudio desmonta la teoría del agujero negro sólido y confirma la existencia del horizonte de sucesos
«Nuestro objetivo aquí es convertir esta idea de un horizonte de eventos en una ciencia experimental, y averiguar si los horizontes de sucesos alrededor de los agujeros negros realmente existen o no», comenta Pawan Kumar, coautor del trabajo que ha sido publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
Para ello, los científicos realizaron una simulación informática en el caso de que los agujeros negros tuvieran una superficie dura y sólida. Si una estrella chocara contra él, el gas de la estrella revestiría al agujero negro probablemente durante años, emitiendo grandes cantidades de energía. Teniendo en cuenta que casi en cada galaxia existe un agujero negro supermasivo en su centro, deberíamos ser capaces de encontrar evidencias concretas acerca de la presencia de esta energía.
«Estimamos la tasa de estrellas que cae sobre los agujeros negros supermasivos. Casi todas las galaxias tienen uno, las más masivas, que pesan alrededor de 100 millones de masas solares o más, y hay un millón de ellas a unos pocos billones de años luz de la Tierra», aclara Wenbin Lu, coautor del trabajo.
Por ello, buscaron en un archivo reciente de observaciones del observatorio Pan-STARRS, un telescopio de 1,8 metros en Hawái, para saber si estas colisiones estaban ocurriendo en el espacio. Sus lentes observaron un importante área del cielo durante un periodo de 3,5 años en busca de fenómenos que brillan durante un espacio corto de tiempo y finalmente se desvanecen.
Según sus cálculos, Pan-STATRRS tendría que haber observado más de 10 de ellos, si la teoría de la superficie dura era correcta.
¿Cuántos encontraron? Ninguno.
Esta conclusión confirma que algunos o tal vez todos, los agujeros negros poseen horizonte de sucesos y que el material que colisiona contra estos exóticos objetos realmente desaparece del universo observable. «La Relatividad General ha pasado otra prueba crítica», concluye Ramesh Narayan, coautor del estudio.