La precandidata a senadora por Unidad Ciudadana Cristina Fernández de Kirchner dijo hoy que «algunas veces no fuimos tan humildes» en el gobierno, al tiempo que fustigó a su contrincante de Cambiemos Esteban Bullrich, a quien consideró como un postulante que «espanta» votos.
«Algunas veces no fuimos tan humildes como hubiéramos tenido que ser», dijo en tono autocrítico la ex mandataria al cerrar su campaña para las PASO del domingo en la Universidad de La Matanza, donde estuvo acompañada por todos los precandidatos a diputados y senadores de su espacio político.
Cristina Kirchner, que eligió un tono calmo, sin estridencias ni provocaciones, y en todo momento llamó a no expresar bronca ni enojo en el voto, eligió apuntar directamente contra el precandidato de Cambiemos, a quien con ironía recordó como «el mejor ministro de Educación de la historia».
«Miren lo que está pasando con quienes decían que era el mejor ministro de Educación de la Argentina, ahora lo tienen que esconder y callar la boca, porque espanta miles», dijo Cristina Kirchner.
Incluso consideró que debió sumarse la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, a la campaña y «trajinar por todos los estudios de televisión» para ayudar al ex ministro, y dijo: «Es evidente que no era el mejor ministro de Educación de la historia, creo que está claro».
También pidió que los votos no sean «de bronca» sino un «llamado de atención y advertencia» al gobierno para que cambie el rumbo económico y entienda que «así no se puede seguir».
«Todos sabemos cual es el voto más directo, el que más va a entender el gobierno», aseguró en referencia al mensaje que dan las urnas, y agregó que se trata de «un llamado de atención y advertencia para cambiar el rumbo económico».
Pidió que el voto del domingo sea «lo suficientemente fuerte y claro para que el gobierno entienda que no puede seguir tercamente diciendo que este es el rumbo, que son los mejores».
Incluso, consideró que «los que quieran ayudar al gobierno» lo hagan «convenciéndolo que cambie el rumbo económico», a través de su voto en contra.
La ex presidenta eligió para su acto de cierre una dependencia aún no habilitada de la Universidad de La Matanza ubicada en la localidad de González Catán y atribuyó al actual gobierno la responsabilidad de que esa filial aún no haya sido abierta.
Cristina Kirchner habló también de «creencias equivocadas» de parte del gobierno respecto a lo que necesita la Argentina, y reiteró que la actual administración «ha venido a desorganizar la vida de la gente», agregando que antes la población «no tenía miedo de perder su trabajo, ni hablaba de la comida que no alcanza».
«Estamos discutiendo cosas que ningún ciudadano o ciudadana creía que debería volver a discutir. Estamos discutiendo del trabajo, de la comida que no alcanza, de comederos y merenderos superpoblados, de facturas impagables. Esto no es ya ni piso democrático, es piso de dignidad», dijo.
Consideró también que la gente está nerviosa, pero no por el resultado del domingo, que no es más que «un ejercicio democrático», sino «porque llega fin de mes, porque tiene miedo que la echen, porque no puede comprar los remedios, la comida».
Además se refirió también a la desaparición de Santiago Maldonado, y dijo que «nunca» pensó que «iba a volver a escuchar el testimonio doloroso de familiares sobre un joven que había desaparecido luego de una movilización, una represión, conducida por fuerzas de seguridad nacional, y con intervención de un importantísimo funcionario de un ministerio nacional».
La precandidata y ex mandataria pidió al gobierno que «aclare la situación» y que «aparezca con vida Santiago Maldonado».