La ex presidenta Cristina Kirchner sigue jugando al misterio y dice a los suyos que «no quiere ser candidata», aunque podría cambiar de opinión si hay «unidad y se lo piden», en una suerte de «operativo clamor» del PJ-FPV para que se presente en las legislativas de octubre, dijeron voceros partidarios.
Sin embargo, el ex ministro de Interior y Transporte Florencio Randazzo sigue plantado en su idea original de que la interna del peronismo-kirchnerismo se salde en las PASO, en agosto.
En el Instituto Patria, donde antes de ayer citó a los 20 jefes comunales que denomina «leales», la ex presidenta pidió a los intendentes de su palo que trabajen por la «unidad amplia, que contenga a todos, incluso a Randazzo» y que salgan a buscar a los que se fueron ofuscados del Suther para, a partir de esta consigna, volver a ser contenidos dentro del espacio puramente kirchnerista.
«Randazzo tiene una segunda oportunidad de construir en conjunto. En 2015 no quiso. Hoy tiene una segunda oportunidad de demostrar que quiere construir una lista competitiva. Un peronismo amplio que pueda ser competitivo», dijo a la agencia oficial Télam uno de los intendentes del oeste que ayer participó del encuentro.
Sin embargo, desde las filas randazzistas no dan crédito a la proclama de unidad: «De qué unidad amplia hablan si, por ejemplo, hacen la distinción entre ‘Leales’ y ‘los otros’ y hablan de ‘expulsar a quienes no voten como el resto’, esto da cuenta de que Cristina sigue pensando que es presidenta», dijo a esa agencia uno de los hombres del riñón del ex ministro de Interior.
«Los que están muy confundidos hoy son los intendentes, no nosotros. Acá las cosas estuvieron siempre claras. Nosotros queremos jugar las PASO, pero no por una cuestión rupturista, sino democrática y de apertura», agregó.
«Nosotros no cambiamos las posturas. Qué pedimos antes: las PASO. Que pedimos ahora: las PASO», sostienen retóricamente desde las filas randazzistas.
«Para que se entienda, esto por convicción. Lo que nos preocupa ahora es confrontar contra las políticas del Gobierno y buscar soluciones para la gente. No estamos en las mismas diyuntivas que los kirhcneristas, que se están peleando por la conformación de las listas y las candidaturas», aseveraron voceros de Randazzo en referencia al papelón que se generó en la cumbre kirchnerista en el Suterh cuando un grupo de intendentes se fue porque llegaron a participar del encuentro el ex vicepresidente Amado Boudou, el dirigente piquetero Luis D’Elìa y Gabriel Mariotto.
A puertas cerradas, la ex presidenta pidió a cada uno de los 20 intendentes que estuvieron en la reunión de antes de ayer que las listas «sean competitivas», sin que eso implique armar un «tren fantasma», que incluya a dirigentes que cayeron en desgracia en la consideración de la ex mandataria, como los senadores Miguel Angel Pichetto o Juan Manuel Abal Medina.
Habrá que ver, en cambio, qué posición asumiría Cristina si le piden a ella que le baje el pulgar a Luis D’Elía o al ex vicepresidente Amado Boudou, dos de las figuras más resistidas del kirchnerismo.
Cristina pidió además, a puertas cerradas, un «acuerdo de base programático y la expulsión de los que después voten en contrario», contó uno de los 20 intendentes que participaron del cónclave en el Instituto Patria con la «Jefa», como les gusta llamar a la ex presidenta.
Estos acuerdos de base se refieren a armar una agenda legislativa con propuestas que vayan contra todo lo que sea políticas de ajuste.
En ese marco, aquellos que integren la lista y sean elegidos legisladores tendrán que respetar ese acuerdo ya que el kirchnerismo y Cristina Kirchner no están dispuestos a «soportar más traiciones» de los legisladores de su propio bloque.
A la hora de dar nombres mencionaron a los senadores nacionales Miguel Angel Pichetto y Juan Manuel Abal Medina, y a los diputados nacionale, Diego Bossio y Fernando «Chino» Navarro, hoy todos encolumnados detrás de la candidatura de Randazzo.
Tras el cónclave del Instituto Patria, ayer se realizó el primer encuentro entre intendentes «leales» y «díscolos» de la primera sección electoral.
El camporista Walter Festa, intendente de Moreno, ofició de anfitrión junto a Santiago Maggiotti (Navarro), Juan Ignacio Ustarroz (Mercedes), Ricardo Curuchet (Marcos Paz) conversaron con sus pares de la primera sección que no fueron parte del encuentro con Cristina: Gustavo Menéndez (Merlo), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Ariel Sujarchuck (Escobar) y Alberto Descalzo (Ituzaingó).
El encuentro se dio en el coqueto restó y salón de fiestas Les Chaumiers, ubicado sobre la colectora del acceso Oeste, mano a Capital y la charla se prolongó por varias horas.
«Fue una buena charla, se habló de que Cristina pide la unidad y que deslizó que si se lo piden, aunque no quiera, ella podría ser finalmente candidata. Ahora cada uno evaluará y analizará lo que crea más conveniente», dijo uno de los intendentes hasta ahora díscolos tras el encuentro.
Los anfitriones aseguraron a Télam que notaron «buena predisposición y entusiasmo por parte de sus pares y se mostraron esperanzados en que podrán concretar la unidad que les pide la ex presidenta».
En cualquier caso, para el cierre de listas falta todavía un mes, lo que es aprovechado por Cristina para seguir jugando al suspenso: «Hay que esperar al menos hasta el 23 de junio porque muchachos, no me van a hacer contar antes el final de la película».