Las pequeñas y medianas empresas podrán financiarse a más largo plazo -a un costo más bajo que el que hoy consiguen en el mercado a través de otros instrumentos- desde el próximo lunes, cuando esté operativa la ON Simple, al abrirse en la Comisión Nacional de Valores (CNV) el listado de inscripción de los avalistas.
Los avalistas podrán ser sociedades de garantía recíproca; bancos y fondos provinciales y nacionales, como por ejemplo el Fogaba en la provincia de Buenos Aires.
Estos actores funcionarán como intermediarios entre la Pyme y el mercado más allá de que la ON sea de la pyme emisora.
Una vez inscriptos en el listado sólo deberán cumplir con la CNV con un régimen informativo que es el mismo que hoy envían mensualmente al ministerio de Producción y deberán informar a los hechos relevantes, por ejemplo si hay una cambio en la composición accionaria del fondo de riesgo.
Es que para hacer más simple la llegada de las pymes al mercado, las empresas deberán requerir de un aval, tal como hoy lo hacen con los cheques de pago diferido, y serán entonces estos avalistas los responsables en caso de incumplimiento de la empresa emisora.
En la actualidad en el mercado de capitales sólo 51 pymes son emisoras primarias de ON, es decir han llegado de forma directa.
El resto lo hacen sólo a través de cheques de pago diferido avalados por sociedades de garantía recíproca que se operan en el mercado secundario.
Las 34 SGR que hoy existen en sistema, tienen calificadas alrededor de 11.000 pymes de las cuales unas 4.000 tienen cheques descontándose en el mercado en este momento.
Desde la CNV se busca que con este instrumento las pymes puedan acceder al mercado primario a menor costo que el que hoy pagan a través de los estos cheques.
Para acceder a este instrumento, los ingresos no deben superar los $230 millones anuales en el caso de las pymes del sector agropecuario; $760 millones, industria y minería; $900 millones, comercio; $250 millones, servicios; y $360 millones, construcción.
Fuentes del organismo explicaron que una vez registrados los avalistas en el organismo de control, y determinadas las condiciones y montos a emitir entre el avalista y la pyme, será el paso de la pequeña y mediana empresa que deberá obtener su credencial de firmante en la CNV.
Dicha credencial le va a permitir enviar toda la información a través de la autopista informática puesto que el resto de los trámites se completará de forma electrónica.
Con este nivel de informatización se pretende alcanzar una verdadera federalización del financiamiento de las pequeñas y medianas empresas en el mercado de capitales y una simplificación al máximo de los requisitos.
Una vez obtenida la credencial de firmante se completan (electrónicamente) tres anexos: el prospecto que es una página de dos carillas donde en un lado debe completar la información básica de la compañía y del otro las condiciones que pacte con su avalista; un modelo de acta de asamblea y la nota global que va a Caja de Valores.
A partir de ese momento queda habilitada para alistarse y hacer la licitación a través de un agente colocar.
Es decir que en este proceso los costos de salir a la plaza serán los que cobre la SGR y el agente colocador, donde si bien, en el último caso la CNV tiene la potestad de fijar máximos, no lo hará en un comienzo a la espera de que el libre mercado sea el que lo establezca y que la competencia lo traccione a la baja.
Una vez listada la pyme deberá presentar a la CNV los balances, los mismos que presenta a la IGJ y también los hechos relevantes que sucedan en esas firmas.
La ON Simple, se presentará oficialmente mañana desde la ciudad de Rosario, donde autoridades de la CNV lo anunciarán junto a funcionarios del ministerio de Finanzas y autoridades del Mercado Argentino de Valores, el mercado por excelencia para este segmento de empresas y de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Las características de este instrumento quedaron selladas en la resolución general N° 696 de la CNV que ya se encuentra publicada en la página web de ese organismo.
En 2016 el financiamiento pyme totalizó unos $18.000 millones, de los cuales $16.500 millones fueron cheques y más de $15.000 millones fueron avalados.