Los restos de Lourdes Espíndola, la policía de 25 años que fue baleada cuando esperaba el colectivo en Ituzaingó, fueron velados con la presencia de familiares y un gran número de efectivos, quienes reclamaron que el caso no quede impune, mientras que también se acercó el jefe de la Policía bonaerense, Fabián Perroni, con quien el marido de la joven había mantenido un duro cruce.
En medio del velatorio, Fernando Altamirano, el marido de la víctima, nuevamente habló de lo ocurrido. «Voy a trabajar desde el lado de adentro de la policía para ayudar a mis compañeros, a los ciudadanos y para que cambiemos todas estas cosas», sostuvo.
Asimismo, se refirió al entredicho que mantuvo con Perroni, luego del crimen. «Tuve una charla con el jefe de policía. Aclaramos las cosas sucedidas. Me pidió disculpas, le pedí disculpas. Les pido disculpas también al presidente de la Nación y a la gobernadora de la provincia, María Eugenia Vidal. Había estado caliente todo el día y con bronca», explicó. «Somos humanos, no somos robots. En nuestro trabajo estamos acostumbrados a ver óbitos todo el tiempo y por ese lado nos ponemos un poquito fríos, pero cuando es para uno cambian las cosas», agregó.