La Cámara de Diputados escribirá esta semana un nuevo capítulo en el debate histórico sobre la legalización del aborto, ya que el martes comenzará a diseñar el dictamen que se tratará en el recinto de sesiones el 13 de junio y cuyo resultado genera incertidumbre por la treintena de legisladores que continúan indecisos.
El tratamiento de la iniciativa, que permite la interrupción del embarazo hasta la semana 14, era reclamado desde hace siete años por la Campaña por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, que nuclea a organizaciones y personalidades del país.
El presidente de la comisión de Legislación General, Daniel Lipovetzky (PRO), aseguró en una entrevista que publica hoy el diario La Nación que el presidente Mauricio Macri «respetará la decisión que tome el Congreso», y recordó que «fue él quien abrió las puertas del debate».
«Yo lo hablé con él y hay un compromiso: va a respetar la decisión del Congreso», afirmó el diputado oficialista al ser consultado sobre un eventual veto de Macri a la legalización del aborto.
Así, con las miradas puestas en el reclamo que institucionalizó la insignia del pañuelo verde en cada marcha de «Ni una menos», la Cámara baja escuchó, en un plenario de cuatro comisiones coordinadas por Lipovetzky, junto a sus pares de Cambiemos Carmen Polledo, Gabriela Burgos y Alejandra Martínez, las opiniones de 738 oradores, entre ellos médicos, artistas, filósofos y religiosos de diversos sectores, a lo largo de 15 jornadas.
Luego de esas exposiciones comenzará el martes un nuevo capítulo, que consistirá en el debate interno de las comisiones de Legislación General, Salud, Familia y Legislación Penal, que deben redactar el dictamen que se discutirá el 13 de junio.
La primera reunión será el martes a las 15, donde se analizará cada punto del proyecto y se intentará convencer a los 30 indecisos, según las fuentes consultadas, para garantizar dictamen de mayoría y la sanción del proyecto en la sesión que se celebrará en diez días.
Lipovetzky adelantó que «la idea es que ya contemos con un dictamen el 12 de junio» y que «hay acuerdo para sesionar el miércoles 13 y para que todos den quórum» para esa sesión.
«Soy optimista en que tengamos media sanción. Estamos trabajando en un dictamen para darle una visión jurídica sustentable», puntualizó.
Una de las modificaciones que se analizan es regular la objeción de conciencia, no incluida en el proyecto y que habilitaría a los profesionales a ejercerla de manera individual, pero no así a las instituciones de salud.
Otro de los cambios está vinculado al artículo que habilita a las adolescentes de entre 13 y 16 años a practicarse un aborto sin la autorización de sus padres, punto que quieren eliminar para que esa situación quede supeditada a lo dispuesto por el Código Civil y Comercial, que establece que «el adolescente debe prestar su consentimiento con la asistencia de sus progenitores», y que en caso de conflicto entre ambos «se resolverá teniendo en cuenta su interés superior y sobre la base de la opinión médica».
Asimismo, se analiza la posibilidad de contemplar el aborto después de la semana 14 en casos de «malformaciones fetales graves incompatibles con la vida extrauterina», en tanto que también quedaría autorizado después de ese lapso en casos de violación, en los que bastaría una declaración jurada de la mujer, sin intervención judicial.
Una última modificación consistiría en poner a disposición de las mujeres que manifiesten su voluntad de abortar la información necesaria «para que tomen una decisión informada, que incluiría un período de reflexión obligatoria e incorporaría medidas para reforzar la educación sexual y la creación de un comité interdisciplinario para acompañar a la embarazada».
Esas reformas se irán analizando en las tres reuniones plenarias que preceden a la elaboración del dictamen, en un contexto de movilizaciones de las organizaciones sociales, que se manifiestan a favor y en contra del aborto.