Una demora en la acreditación de los sueldos de los docentes y no docentes bonaerenses derivó en una sorpresiva medida de fuerza sin concurrencia a las escuelas de las organizaciones del Frente de Unidad Gremial y en un duro cruce con el gobierno de María Eugenia Vidal, que las acusó de «desestabilizadoras».

La controversia se generó temprano cuando los docentes ?y auxiliares que trabajan en las escuelas- descubrieron que lo sueldos no estaban acreditados en sus cuentas pese a que era el quinto día hábil de mes, previsto en el calendario oficial para el pago. Algunos tenían un pago parcial.

Los gremios llamaron de inmediato a una retención de tareas sin concurrencia a los lugares de trabajo. «Si sueldo no hay trabajo», dijo el secretario general de SUTEBA, Roberto Baradel.

La dirección general de Cultura y Educación, por su parte, comunicó primero que se trataba de un problema técnico generado en el Banco Provincia. Luego, que a las 12.30, aproximadamente, todos los trabajadores tenían los haberes disponibles.

En ese marco, el director provincial de Consejos Escolares, Marcelo Di Mario, dijo que los gremios sabían desde las 10 de la mañana que los sueldos ya estaban depositados y se cobrarían «en el transcurso del día» pero igual avanzaron con la medida de fuerza porque «buscan crear caos, confusión y desestabilizar».

El funcionario aseguró que los gremios «hacen terrorismo informativo porque hicieron correr audios donde supuestos funcionarios decían que se cobraría el 13 de julio» y los acusó de «ser corresponsables del deterioro del sistema educativo de los últimos 15 años».