La diseñadora italiana Donatella Versace, quien hace 27 años se hizo cargo de la marca que su hermano Gianni fundó y había convertido en un éxito mundial antes de ser asesinado en 1997, diferenció su estilo del alma pater de la casa, hacedor de vestidos deslumbrantes y glamorosos que usaban las actrices y las inolvidables supermodelos de los ’90.
La noticia del asesinato de Gianni Versace a manos de Andrew Cunanan en la puerta de la casa que el diseñador tenía en Miami, shockeó al mundo de la moda, que inmediatamente se preguntó si su hermana sería capaz de mantener el estatus de la marca y de sobrellevar semejante reto.
Lo cierto es que Donatella hoy lleva más años diseñando que el propio Gianni y que cada colección que presentó desde la muerte de su hermano fue elogiada, a la vez que expandió el negocio familiar.
En una entrevista con sitio Ssense, Donatella aseguró que su ropa se acerca a las mujeres desde un punto de vista diferente al de Gianni, ya que sus diseños contemplan las exigencias prácticas de la vida laboral, algo que se diferencia de las creaciones glamorosas de su hermano.
«La mujer ideal de Gianni tenía una vida que consistía principalmente en cócteles y fiestas. Su placer frívolo era transgredir los límites del gusto dominante y provocar con un hedonismo extravagante. En cambio, mi mujer Versace es multitarea con trabajo y familia», describió.
La diferenciación que hizo Donatella fue incluso más allá y bien puede enmarcarse en los tiempos de reivindicación feminista por los que atraviesa el mundo, en los que las mujeres tienen mucho para decir.
«Mi mujer está buscando ropa que pueda usar entre las siete de la mañana y las siete de la tarde, prendas que puedan adaptarse, con un toque de glamour, pero sin rimbombancia Ella usa la moda como un corsé para su autoconfianza, no como un medio de provocación».
Lo que se desprende de las palabras de Donatella es que la moda de Versace se volvió más realista y algo que podría encajar con la visión de algunos críticos de moda, como Alexander Fury, que aseguran que cuando las mujeres diseñan para mujeres los resultados tienden a ser diferentes porque llevan la ropa al terreno de la realidad.
Igualmente, no todos los diseños de Donatella son los ideales para ir a la oficina ni dejaron de ser deslumbrantes.
Este noviembre pasado, Donatella de 62 años, recibió el premio al icono de la moda del año en los Fashion Awards.
Tras recibir el premio no dudó en admitir que se siente un ícono de la moda.
«Sentirme un ícono de la moda no quiere decir que soy una pagada de mí misma. Simplemente creo que hice mucho por la historia de la moda».