El ex titular de la AFIP en el kirchnerismo Ricardo Echegaray se definió hoy como un «muerto civil» y sostuvo ser «blanco de persecución política con ropaje judicial», al negar las acusaciones en su contra, en el inicio de su declaración indagatoria en el juicio de Oil Combustibles.
«El juez Ercolini me decretó la muerte civil; me impiden trabajar, no hice nada para tener la muerte civil. No cometí delito ni acá ni en ninguna de las otras causas», sostuvo ante el Tribunal Oral Federal 3, que lo juzga como presunto autor de «defraudación» en perjuicio del Estado.
El ex funcionario dijo que en la causa donde fue procesado por el juez federal Julián Ercolini y en la que ahora es juzgado se ventilan «hechos de política tributaria, políticas de sostenimiento del empleo» y en ese marco contextualizó la decisión de AFIP de otorgar planes de pago.
«Me empujaron al juicio oral como a Hijitus, Largirucho y su pandilla los empujaba el comisario», dijo a alusión a un popular dibujito infantil.
Echegaray cuestionó el secuestro en el caso de dos vehículos de su propiedad que, dijo, «no fueron producto de la corrupción».
«Me sacaron dos vehículos, un Citroën C4 2015 y un Jeep. Soy apicultor, tengo que llevar colmenas, no puedo. Soy abogado, no me puedo trasladar», se quejó en el juicio donde está procesado por haber supuestamente favorecido a Oil Combustibles con planes desde la AFIP que permitieron el no pago del impuesto a los combustibles líquidos.
Echegaray abrió la ronda de declaraciones indagatorias en el juicio que se le sigue junto a los detenidos empresarios Cristóbal López y Fabián De Sousa, sobre quienes negó haber tenido trato personal durante los doce años en que fue titular del organismo recaudador.
Además cuestionó la acusación y aludió a una pericia incorporada a la causa en julio último vinculada al monto de la deuda de Oil Combustibles, en base a la cual, opinó, el caso debería cerrarse.
«Esta es una acusación antojadiza, se armó una causa artificialmente» en base a una denuncia de la diputada Elisa Carrió que antes «no prosperaba», pero que después de diciembre de 2015 «comenzó a prosperar», agregó.
Sobre López y De Sousa, el ex funcionario dijo que desde diciembre de 2015 «se buscó arrebatarles las empresas», en relación al grupo Indalo.
«No los conozco, nos estamos terminando de conocer acá, en esta desgracia injusta, pero desgracia», aseguró.
A López, dijo, lo vio dos veces en doce años de gestión.
«El día de la muerte de Néstor Kirchner, en una confitería en Calafate, y después el día de la inauguración de un busto de (Raúl) Alfonsín en la Casa Rosada, nos sentaron juntos, eran numeradas las sillas», explicó.
Echegaray aludió a las denuncias de Carrió y «otros ‘malandras’ de la política».
«Yo jamás transitaba por tribunales, empecé después que dejé el cargo, antes decían ‘no la señora Carrió no está bien de la cabeza y las rechazaban’, y después les resultaba funcional a sus intereses», argumentó.
«No vine a ejercer la función pública ni proyecté mi vida en base a ilícitos», agregó en relación a ocho procesamientos en distintas causas judiciales, dos juicios orales que se realizan actualmente y otros dos que ya tienen fecha de comienzo.
Echegaray está acusado de permitir desde su rol de titular de la AFIP que se concedieran planes de pago presuntamente irregulares e innecesarios a la petrolera Oil Combustibles para que no pagase en tiempo y forma el impuesto a los combustibles líquidos, que retenía a los clientes entre mayo de 2013 y agosto de 2015.
Con ese dinero, según la acusación, se habrían financiado otras empresas del grupo Indalo.
El ex funcionario está procesado como supuesto autor, y los empresarios López y De Sousa como partícipes necesarios, del delito de «defraudación a la administración pública».
Las audiencias tienen lugar en los tribunales federales del barrio porteño de Retiro.