El Banco del Vaticano recibió en 2018 un total de 242 pedidos de información sobre sus cuentas desde otros países, un aumento de casi el 30% con respecto al año anterior y un récord desde que se iniciaron los registros en 2011.
La Autoridad de Información Financiera de la Santa Sede (AIF, por sus siglas en italiano) informó hoy que el año pasado tuvo 242 pedidos de información sobre las cuentas en el Vaticano, frente a los 180 que había recibido en 2017.
El denominado Banco del Vaticano, o Instituto para las Obras de Religión (IOR), es «el único ente autorizado a desarrollar profesionalmente actividades de naturaleza financiera» dentro de la Santa Sede, según la AIF.
Además, el Vaticano hizo a lo largo de 2018 un total de 231 pedidos a autoridades financieras del exterior, el segundo número más alto desde 2011.
«La colaboración internacional condujo a resultados concretos», destacó la AIF en el informe de actividades divulgado este martes.
En el escrito, la autoridad financiera vaticana dio a conocer una importante reducción en las operaciones sospechosas detectadas en 2018, que descendieron desde las 150 de 2017 a 56 el año pasado.
Según el estatuto aprobado en 1990, el IOR «no está abierto a un público general», sino que está reservado a personal del Vaticano, nunciaturas y diplomáticos acreditados ante la Santa Sede.
Además, el informe de 2018 recuerda que el año pasado se dio la primera condena por el delito de lavado de dinero dentro del Vaticano, en base a un informe de la AIF, y el Vaticano adhirió al sistema SEPA, que le permite contar con el código IBAN para la transacciones.