El contador de la familia Kirchner, Victor Manzanares, fue trasladado hoy al penal de Marcos Paz, en el conurbano bonaerense, donde quedará detenido a la espera de una definición del pedido de excarcelación planteado por su defensa, como así también de un pedido de ampliación de indagatoria presentado ante el magistrado.
El contador detenido fue trasladado hoy desde la capital santacruceña, Río Gallegos, a Buenos Aires, donde quedó a disposición del Servicio Penitenciario Federal y el juez Claudio Bonadio lo notificó de las causas de su detención.
Manzanares fue detenido el lunes último por orden de Bonadio en el marco de la causa Los Sauces, luego de que fueran detectadas maniobras tendientes a redireccionar los pagos de los alquileres de los inmuebles de esa sociedad con la presunta intención de eludir los embargos que rigen en el expediente.
Manzanares fue alojado en el Módulo de Ingresos del penal de Marcos Paz, donde permanecerá las próximas 72 horas para que la hagan exámenes psicofísicos, para determinar si ingresa al lugar con alguna enfermedad, si tienen tendencias depresivas o suicidas o si puede resultar agresivo para sí mismo o para terceros.
Pasado estos estudios, pasará al Sistema de intervención para la reducción de índices de corruptibilidad (IRIC), que prevé la realización de tareas terapéuticas. En este sistema también están contenidos otros detenidos de la administración kirchnerista, como el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime y el ex secretario de Obras Públicas José López.
Poco antes del arribo de Manzanares al Aeroparque metropolitano -adonde llegó a bordo de un vuelo de línea de Aerolíneas Argentinas-, su abogado, Carlos Beraldi -también defensor de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y de sus hijos, Máximo y Florencia- presentó un pedido de ampliación de la declaración indagatoria de Manzanares para defenderse y justificar la decisión de redireccionar los pagos por alquileres de la sociedad Los Sauces, de Máximo y Florencia Kirchner, hacia la inmobiliaria de otro imputado en la causa, el ex gobernador Carlos Sancho, según consignaron fuentes del caso.
A raíz de esta presentación, Bonadio debe decidir ahora cuándo citará a Manzanares para esta declaración, ya que no accedió a realizarla hoy.
En otra línea de la estrategia defensiva de Manzanares, Beraldi se presentó ante la sala I de la Cámara Federal porteña, donde debe resolverse si se excarcela o no al contador, para pedir lo que se conoce como «abreviación de plazos», es decir, un trámite urgente y sin audiencia previa.
La fiscalía ante la Cámara accedió al planteo y, por ende, la sala I del Tribunal de Apelaciones lo concedió y se resolvió que la apelación sea tratada en el próximo acuerdo de sala de feria la semana próxima, cuando estarán a cargo los camaristas Jorge Ballestero y Eduardo Freiler, explicaron a Télam fuentes judiciales.
En caso de desacuerdo entre ambos, deberá convocarse a un tercer magistrado que sería de la sala de feria de la Cámara del Crimen.
Con chaleco antibalas, casco y esposado, Manzanares fue trasladado desde el Aeroparque metropolitano a Comodoro Py 2002 en el marco de fuerte operativo de seguridad.
Una vez que arribó a los tribunales federales del barrio de Retiro, de inmediato fue introducido en la alcaidía del edificio, ya bajo la órbita del Servicio Penitenciario Federal, donde se le notificó de su prisión preventiva en la causa donde ya está procesado, se le tomaron las huellas dactilares y respondió las preguntas del informe socio ambiental que se hacen a todo detenido.
Más tarde, a las 14:30, fue trasladado al penal de Marcos Paz, donde permanecerá detenido a la espera de las definición de los planteos de su defensa y en condición de procesado bajo prisión preventiva en el marco de la causa que se instruye en el juzgado de Bonadio.
Luego de haber permanecido detenido desde el lunes último en la delegación de Río Gallegos de la Policía Federal, Manzanares arribó a Buenos Aires a bordo del vuelo AR1851, que tocó la pista de la estación aérea metropolitana a las 12:09, tras haber partido de la capital santacruceña a las 9:39.
Manzanares fue bajado de la aeronave por la puerta trasera, que fue habilitada exclusivamente para el detenido bajo un estricto operativo de seguridad implementado en forma conjunta por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y la Policía Federal.
Según indicaron a Télam fuentes aeroportuarias, el contador de la familia Kirchner viajó acompañado por seis custodios de la PSA en los asientos posteriores del Boeing 737-800 con dos filas desocupadas en torno a ellos.
Esteban, un ingeniero electrónico que llegó a Buenos Aires como pasajero de ese vuelo comentó a Télam que el trayecto fue totalmente normal y que mucho pasajeros ni siquiera advirtieron el especial operativo de seguridad que se llevó adelante, porque «todo se hizo dentro de un marco de absoluta reserva y al parecer tratando de hacer el menor movimiento extraño posible».
Mariela, una joven oriunda de Río Gallegos que vino a pasar unos días a Buenos Aires con familiares, comentó que «en el vuelo no hubo nada especial, al menos con los pasajeros», en relación a la presencia de Manzanares.
Una vez en tierra, la PSA hizo entrega de la custodia a la Policía Federal que, siguiendo también estrictas medidas de seguridad, trasladó a Manzanares hasta uno de los dos vehículos que aguardaban en el sector de estacionamiento Norte, frente a la Terminal C del aeropuerto y desde allí partieron en caravana rumbo a Comodoro Py.