El fiscal platense Marcelo Romero volvió hoy a cuestionar al ex juez de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Zaffaroni por haber expresado su deseo de que el gobierno de Mauricio Macri no concluya su mandato y tildó la frase de «lamentable e inadmisible».
«Es una frase lamentable e inadmisible por parte de un magistrado internacional», sostuvo Romero, quien ayer ya se había pronunciado al respecto a través de una carta abierta, en referencia al cargo que actualmente ocupa Zaffaroni como miembro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
En ese sentido, el fiscal dijo, en declaraciones formuladas esta mañana a radio Continental, que «esta última frase pasó varios límites, y en mi humilde opinión es una frase golpista».
Además, tras remarcar que «un juez internacional debe velar por la institucionalidad de todos los países que están sometidos a esa Corte», y por lo tanto tiene que tener «una prudencia suprema», sostuvo que Zaffaroni «hace gala de todos lo contrario porque cada 15 días se manda alguna de éstas» declaraciones.
El viernes último Zaffaroni había dicho, en una entrevista radial, que el gobierno de Mauricio Macri «quizá no finalice su mandato en 2019» pero no por la acción de un partido político sino por «la inviabilidad del programa económico», y agregó, como opinión personal, que quería que esta administración «se fuera lo antes posible, porque así haría menos daño».
Estos dichos provocaron una andanada de repudios y pedidos de renuncia, entre ellos los del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires y los de los ministros de Justicia, Germán Garavano y de Seguridad, Patricia Bullrich, entre otros.
Pero el fiscal Romero además apuntó a la «doctrina Zaffaroni» que -según su opinión- domina el derecho penal hace décadas.
«La doctrina que él enarbola, de la cual él es el máximo referente, ha sido lo peor que le pasó al derecho penal argentino, es el abolicionismo, mal llamado garantismo», consideró.
«El garantismo es el cumplimiento de los postulados constitucionales, mientras el abolicionismo es lo contrario, la destrucción del derecho penal», sostuvo.
«El criminal es la víctima de una sociedad capitalista que lo atosiga, la cárceles no sirven para nada y el Estado no está legitimado para imponer penas», lo sintetizó.
«Para mí son (teorías) más que berretas. Son doctrinas que no funcionan en ninguna parte del mundo, sólo en las mesas de café y las aulas universitarios», señaló.
«Esos experimentos sociales han sido un profundo fracaso y lamentablemente hace 30 años que se vienen inoculando en las facultades derecho», concluyó.
El fin de semana Romero había difundido una carta abierta titulada «Perdón por pensar que es un golpista» con críticas e ironías hacia el juez cercano al kirchnerismo.