Los líderes del Grupo de los Siete países (G7) más industrializados comenzaban hoy una cumbre en Alemania para reforzar el apoyo a Ucrania frente a Rusia y discutir la disparada de los precios y las amenazas de hambrunas provocadas por la guerra.
El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que su país y otros del G7 prohibirán las importaciones de oro desde Rusia como parte de su gran campaña de sanciones para tratar de aislar económicamente a Rusia por haber invadido a Ucrania.
Un anuncio formal de la medida se espera para el martes, el último día de los tres que durará el encuentro de los gobernantes de Estados Unidos, Alemania, Japón, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá en un castillo en Elmau, en la sureña región de Baviera.
Los líderes dedicarán el primer día de la cumbre a discutir cómo asegurarse fuentes energéticas y combatir la inflación mundial a fin de evitar que el impacto económico de la guerra no divida a los países que lideran la ofensiva de sanciones contra Rusia.
Horas antes del encuentro, Rusia lanzó misiles contra a capital de Ucrania que alcanzaron dos edificios residenciales y dejaron al menos dos heridos, dijo el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko. Fueron los primeros bombardeos a la ciudad en tres semanas.
Funcionarios estadounidenses dijeron que la de oro es la segunda mayor exportación de Rusia luego de la de productos energéticos, y que prohibir su importación dificultará la participación rusa en los mercados globales.
El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que la medida contra el Gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin, será adoptada por su país, Japón y Canadá además de Estados Unidos.
«Estas medidas golpearán directamente a los oligarcas rusos e impactarán en el centro de la maquinaria de guerra de Putin», declaró Johnson en un comunicado, informó la agencia de noticias AFP
«Putin dilapida sus recursos en baja en esta guerra inútil y bárbara. Alimenta su ego a expensas de los pueblos ucraniano y ruso. Debemos secar los financiamientos del régimen de Putin. Es lo que hacemos con nuestros aliados», agregó.
En años recientes, Rusia exportó oro por 19.000 millones de dólares, cerca del 5% del total mundial de las ventas exteriores del metal, según la Casa Blanca.
De las exportaciones rusas, el 90% fueron a países del G7. De esas ventas, más de 90%, o casi 17.000 millones de dólares, fueron al Reino Unido.
Biden llegó hoy al pintoresco castillo de los alpes bávaros de Elmau, cerca de la frontera con Austria, que ya fue sede de una cumbre del G7 en 2015.
En sus tres días de reuniones, los líderes abordarán otros desafíos, como la amenaza de recesión en sus propios países y las crisis ambientales provocadas por el cambio climático.
Obligados a no utilizar el gas ruso, las potencias industrializadas del G7 están bajo presión para mantener sus compromisos climáticos, en medio del fantasma de un regreso de los combustibles fósiles más contaminantes.
Alemania, anfitrión de la cumbre, encarna de por sí este dilema: la primera economía europea acaba de anunciar un mayor recurso al carbón para compensar la caída de las entregas de gas ruso.
Además, debatirán la crisis alimentaria mundial provocada por el bloqueo de miles de millones de toneladas de granos de Ucrania y Rusia, lo cual ha provocado un fuerte aumento en los precios de la comida en todo el mundo.
La crisis impacta mucho más en países importadores netos de alimentos, que son los más vulnerables, sobre todo africanos.
Conservar la unidad de acción contra Rusia fue el tema central de una reunión previa a la cumbre que mantuvieron Biden y el jefe de Gobierno alemán, el canciller Olaf Scholz, cuyo país ejerce la presidencia rotatoria del G7.
«Tenemos que asegurarnos de que permaneceremos juntos. Vamos a seguir trabajando en los desafíos económicos que enfrentamos y creo que vamos a superar todo esto», dijo Biden sentado al lado de Scholz.
El líder alemán respondió que el «buen mensaje» era que «todos logramos estar unidos, algo que Putin nunca esperó».
“Debemos permanecer unidos porque Putin ha estado contando, desde el principio, con que la OTAN y el G7, de alguna manera, se iban a dividir, pero no lo hemos hecho y no lo vamos a hacer», dijo Biden.
Entre los asuntos a discutir estaba poner un tope a los precios de la energía, a fin de limitar las ganancias que obtenga Rusia por sus exportaciones de gas y petróleo.
La idea es impulsada por la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen.
También se discutirá cómo mantener los compromisos en materia de lucha contar el cambio climático mientras se resuelve las necesidad de nuevas fuentes de suministros energéticos como resultado de la guerra.
El encuentro se seguirá de otro de los líderes de los 30 países de la OTAN en Madrid, España, para afinar la estrategia militar en torno a la guerra en Ucrania.