El Gobierno profundizó hoy su rechazo al paro general de ayer, con argumentos que fueron desde el pedido presidencial de dirimir diferencias en las elecciones de octubre hasta el reproche a los gremios por su actitud durante los gobiernos de Cristina Kirchner, y lo complementó con el adelanto de convocatorias al diálogo con los sindicatos, aunque sectorialmente.
El presidente Mauricio Macri analizó la jornada de ayer durante el anuncio de una línea de créditos hipotecarios, en una conferencia de prensa que brindó en la casa matriz del Banco Nación.
Aseguró que las diferencias en torno a cuáles son las «verdaderas herramientas para construir una Argentina con más oportunidades» serán «dirimidas en las elecciones de octubre», luego de señalar que el paro de ayer fue «un activador del cambio» porque demostró justamente una «profundización» de ese debate.
El primer mandatario relativizó el peso de la medida de fuerza que convocó el triunvirato de mando de la CGT. «Siento que no paró el país; al contrario, activó lo más importante que tenemos en discusión, fue un activador del cambio, porque vimos como nunca antes una toma de conciencia, una profundización del debate de qué es lo que sirve para construir futuro», aseveró.
Rogelio Frigerio, ministro del Interior, dijo que la situación «no ameritaba parar el país y que la Argentina perdiera millones». En declaraciones a radio Con Vos, aseguró que «es difícil» estimar la adhesión a la medida de fuerza. «Cuando hubo posibilidad de ir al trabajo, la gente fue a trabajar», afirmó al remarcar que el paro en el transporte fue clave.
El ministro del Interior diferenció el impacto de la huelga en la Capital Federal y en el interior del país, donde aseguró que no se sintió porque la gente no utiliza el transporte público para ir a trabajar sino que «va caminando, o en bicicleta, o en moto». Allí, dijo, «el paro no existió».
«Desde el punto de vista mayoritario, la sociedad no entendía este paro, porque no se había roto el diálogo», concluyó Frigerio, quien consideró a la huelga una «última instancia».
Los argumentos contrarios a la huelga se matizaron con la reafirmación del diálogo con los gremios, postura que subrayó el ministro de Trabajo, Jorge Triaca. «La verdad es que nosotros seguimos pensando que la agenda de trabajo la tenemos que mirar sector por sector», señaló el ministro en declaraciones a FM Latina. Y agregó que «el diálogo es cotidiano y permanente» con la central obrera que conducen Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña. No obstante su mención al diálogo, Triaca también cuestionó el paro, que calificó de «innecesario e inoportuno».
Para el jefe de Asesores de la Presidencia de la Nación, José Torello, «la gente estaba en contra del paro». El ex presidente de Pro justificó su afirmación en números de encuestas a las que tuvo acceso. «En todas las encuestas que yo vi, la gente estaba en contra del paro y del corte», dijo en una entrevista que concedió a radio Cultura.
Torello analizó el paro de ayer desde dos puntos de vista: «Si lo medimos por lo que la gente pensaba del paro, fue de dudoso acatamiento; si vemos el efecto en la actividad, tuvo un efecto importante», evaluó.
Según opinó Sebastián García De Luca, viceministro del Interior, el Gobierno seguirá apostando a la negociación con los gremios. «Vamos a seguir haciendo lo que veníamos haciendo, que es convocar al diálogo, como lo hemos hecho siempre. Lo que seguimos planteando es que los que quieren resolver problemas tienen una mesa de discusión. No hay ningún tipo de animosidad ni revancha», dijo el número dos del Ministerio del Interior en diálogo con radio Milenium.
El diputado macrista Luciano Laspina cuestionó a la CGT por su relación con Cristina Kirchner mientras fue presidenta. Consideró que la central obrera «debería haberle hecho un paro por tiempo indeterminado» a la ex jefa del Estado «cuando dijo que la pobreza era del 5 por ciento».
Para el legislador, el de ayer «fue un día perdido, que no aporta las soluciones que necesita la Argentina».
«La enorme mayoría de los argentinos hubiera preferido salir a trabajar, sobre todo los que viven bajo la línea de pobreza», resaltó, pero dijo que no pudieron hacerlo porque la medida de fuerza de ayer fue «un paro de transporte».