El limón es un clásico de la cocina en todos los hogares está disponible todo el año y hay varios motivos por los que, si al hacer las compras nos vemos puestos en la necesidad de elegir, conviene mantener esta fruta en el tope de la lista. Siempre es bueno tener unos cuantos limones -mejor si son jugosos, frescos y, si se puede, orgánicos- en la heladera.
Su uso y sus beneficios van mucho más allá de dar un toque de sabor a las ensaladas: son un aliado indiscutido para cuidar la piel.
El limón, junto con la palta y el aceite de oliva, es uno de los recursos de belleza preferidos de la modelo sexagenaria Yasmeenah Rossi, quien arranca todos los días tomando un vaso de agua tibia con limón y miel en ayunas. También lo usa en máscaras faciales y como exfoliante para la piel, para mantenerla tersa, elástica y sin manchas.
Como explica la doctora María José Pelli, médica dermatóloga, miembro de la Sociedad Argentina Dermatología: «El limón es una de las frutas favoritas por sus propiedades: contiene vitamina C, ácido cítrico, bioflavinoides». Estos elementos son poderosos agentes para el cuidado de la piel. «La vitamina C es un poderoso antioxidante y previene el daño solar y potencia la acción de la vitamina E. El ácido cítrico es un excelente antiarrugas y mejora el brillo y suavidad de la piel. También es blanqueador», enumera la experta.
Utilizado como ingrediente para distintos productos de tratamiento dermocosmético, el limón y su derivado, el ácido cítrico, se potencia en presentaciones como cremas o lociones, ya que éstas suelen contener las dosis adecuadas para los tratamientos.
La doctora Alicia Riber, médica dermatóloga con orientación naturista añade que el limón inhibe la producción de melanina, por lo cual resulta útil para el tratamiento de discromías (manchas), pero advierte: «Si bien es muy efectivo hay que recordar que en personas sensibles el limón puede irritar mucho cuando se lo utiliza a nivel cútaneo. Lo mejor es usarlo diluido con agua o con té verde ya que éste aumentará su efecto antioxidante».
Con estas aclaraciones, veamos algunos de sus usos.
1. Iluminar el tono del rostro
La vitamina C es la responsable de las propiedades antioxidantes (rejuvenecedoras) del limón. Así, su acción sobre la piel del rostro (y también de codos, talones y zonas oscurecidas del resto del cuerpo) es la de aclarar las manchas y devolver el brillo y la tersura.
Cómo hacer una máscara rápida: mezclar el jugo de medio limón en un bol de agua tibia. Aplicarlo sobre la cara y el cuello, dejar secar naturalmente unos minutos y luego enjuagar. Después de este tratamiento casero no exponerse directamente al sol. No es un recomendable a pieles sensibles o con alergias ya que el ácido del limón puede provocar irritación.
2. Eliminar el exceso de grasa
El ácido cítrico es un exfoliante natural de la piel. Su efecto ligeramente corrosivo ayuda a remover las células muertas y afinar la piel alrededor de los puntos negros, lo que facilita que se eliminen naturalmente.
Cómo hacer un exfoliante natural: mezclar una cucharada de azúcar refinada con dos cucharadas de jugo de limón y una cucharada de aceite de oliva. Aplicar realizando movimientos circulares, luego enjuagar con agua tibia y terminar con agua fría. Hacerlo una vez por semana. No usarla en caso de acné.
3. Evitar arrugas
Como la vitamina C es indispensable para la producción de colágeno, una fibra que mantiene la firmeza de la piel, el limón resulta un buen producto para los cuidados antiarrugas.
Cómo preparar una loción: Mezclar 20 centímetros cúbicos de leche con 15 centímetros cúbicos de crema de leche. Cuando la mezcla está tibia remojar dentro de ella dos rodajas de limón. Dejar reposar durante un par de horas y luego aplicar la loción obtenida sobre el rostro con un pincel o una mota de algodón. Luego de unos minutos enjuagar.
4. Aclarar los cabellos
Para aclarar el pelo, el limón es uno de esos trucos heredados de nuestras abuelas que lo usaban no sólo para el rostro sino también para disimular el vello de brazos y piernas.
Cómo lograr un rubio natural: volcar el jugo de uno o dos limones sobre el pelo mojado y luego enjuagar sólo un poco. Este truco funciona mejor en verano cuando el sol potencia el efecto aclarante del limón y sólo funciona en cabellos claros; los oscuros también se aclaran pero viran al rojo.
5. ¡Cuidado con los dientes!
El uso como blanqueador dental no se recomienda porque la acidez del limón altera el esmalte. Por lo mismo es preferible evitar consumir el jugo de limón puro y de ser necesario hacerlo con un sorbete o enjuagar los dientes inmediatamente.