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El flamante ministro de Justicia y de Derechos Humanos bonaerense, Julio Alak, anunció hoy la conformación de una «mesa de diálogo» para analizar el problema de superpoblación carcelaria, situación a la que calificó como «una deuda de la democracia».
«Hay una inmensa sobrepoblación en las cárceles, la más alta de toda la historia del Servicio Penitenciario Bonaerense. Al día de hoy tenemos 49.400 internos con 24.000 plazas disponibles, es decir que hay 20.000 internos que viven en condiciones que hay que mejorar», afirmó Alak en declaraciones a la prensa, tras prestar juramento a su cargo ante el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
El nuevo ministro de Justicia bonaerense explicó la conformación de una «mesa de diálogo» es un pedido de la Suprema Corte de Justicia bonaerense en una acordada dada a conocer en las últimas horas, con el objeto de resolver la situación carcelaria que en las últimas semanas derivó en una huelga de hambre de casi 10.000 presos ante las malas condiciones de alojamiento y la falta de alimentación adecuada.
«El sistema democrático no ha podido resolver la situación carcelaria, es una deuda de la democracia, merece una reforma profunda, que llevará tiempo pero en lo inmediato, una vez notificado el Gobernador (Axel Kicillof) de esta convocatoria a una mesa de diálogo, la misma se conformará con representantes de los tres poderes, organizaciones de derechos humanos y la Iglesia, queremos que esté la Iglesia», precisó el flamante ministro.
Alak consideró que la situación carcelaria implicará la adopción de «una política criminal adaptada a los tratados internacionales, a los fallos de la Corte Nacional de Justicia y al fallo Verbitsky».