El ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia de Buenos Aires, Agustín Simone, aseguró que, dese que asumió, el gobierno bonaerense finalizó unas 90 obras «que estaban paradas” y anticipó que el mes que viene ese número ascenderá a 125.
En declaraciones formuladas anoche a radio Provincia, el funcionario explicó que el gobernador Axel Kicillof le encargó el diseño y ejecución de «un plan quinquenal para transformar la infraestructura de la Provincia a largo plazo» pero contó que la pandemia de coronavirus generó que la planificación de obras deba redireccionarse a fortalecer el sistema de salud.
«Sobre ese plan trabajamos, proyectando obras viales, hidráulicas, de arquitectura que incluye una inversión de 600 mil millones de pesos para los próximos cuatro años”, indicó.
“En marzo, cuando vimos que la cosa venía en serio con el Covid-19 y que Argentina iba a empezar a tener casos, el gobernador nos pidió un plan de obras para Salud que hicimos junto al ministro de Salud, Daniel Gollan», contó.
Detalló que «había muchas obras paralizadas del gobierno anterior» por lo que junto a funcionarios de la cartera sanitaria comenzaron a definir qué obras se podían terminar rápidamente «para tener más camas, salas de guardia y centros de atención primaria (CAP)” en todo el territorio.
Simone precisó que desde el inicio de la gestión hasta ahora se terminaron alrededor de 90 obras y dijo que se calcula que para mediados de julio se finalizarán «la totalidad que nos propusimos, que son 125».
«Venimos bien en función de los tiempos que habíamos estimado. De estas obras, 80 son CAP que luego administran los municipios, además de salas de guardia y de terapia intensiva”, señaló.
Simone estimó que “la Provincia necesita un nivel de inversión pública de 2 mil millones de pesos por año» y graficó que «hay obras que se necesitan para inundaciones o viviendas, pero también rutas, puertos que tienen que ver con activar el aparato productivo de la provincia”.
«Es infinito lo que hay que hacer en barrios populares, porque hay unas 5 mil viviendas a medio hacer, la mitad con un avance mayor al 50% pero otras que estuvieron paradas 4 años. En una provincia con el déficit habitacional que tiene la nuestra, es terrible ver ese nivel de desidia”, concluyó.