La centenaria Galería Güemes, ubicada en Florida 165 del barrio porteño de San Nicolás, con su impactante mirador que llegó a ser el más alto de la ciudad hasta la construcción del Palacio Barolo, y que recibió más de 27.000 visitas en los últimos cuatro años, se posiciona como uno de los atractivos turísticos para quienes visiten la ciudad durante el verano.
A un costo por persona de 50 pesos, los interesados pueden acceder a la torre del edificio de estilo Art Nouveau inaugurado en 1915, de lunes a viernes de 9.20 a 12 y de 15 a 17.40, en grupos de hasta 20 personas que en un recorrido de unos 20 minutos de duración.
En el departamento 605 del sexto piso se podrá conocer el lugar que ocupó durante casi dos años, entre 1929 y 1931, el escritor y aviador francés, Antoine de Saint Exupery, cuando trabajaba como piloto de la empresa de aviación La Equitativa del Plata.
La cúpula escalonada de esa firma de aeronavegación ahora extinta, también Art Nouveau, se puede ver del otro lado de la Diagonal Norte y la calle Florida, donde se ubica una estructura de características similares en cada esquina.
Entre las anécdotas que rodearon la estadía del autor de Vuelo Nocturno y El Principito en el emblemático edificio, sorprende aquella que indicaba que Saint Exupery llevaba a su habitación gran cantidad de hielo para un lobo marino que había llevado al inmueble, del que fue forzado a deshacerse.
Mitos y realidades de un lugar que cuenta con el espectacular mirador que estuvo cerrado por cuestiones de seguridad durante la última dictadura, pero desde el 7 de octubre del 2013 se reabrió y volvió a ser visitada, hasta que este año «estuvo cerrada durante dos meses para realizarle tareas de mantenimiento», contó a Télam durante un recorrido, Silvina Torres Naya, encargada de comunicación del Güemes.
Desde el mirado, a 87 metros de altura, se observan en las manzanas vecinas las dos cúpulas del edificio Bencich, la del actual banco ICBC, una escalonada y una segunda, blanca, perteneciente a otro edificio de la familia Bencich, el grupo austro húngaro que levantó otro edificio sobre la avenida Córdoba y Esmeralda y que en la calle Arroyo tenía su residencia.
Las cúpulas de esa esquina reciben visitas organizadas por el gobierno de la ciudad que se sortean entre vecinos y visitantes interesados en subir allí aunque sea una vez en la vida.
Pero esas construcciones ya no son las más altas de la zona: el banco Provincia tiene en esa manzana dos edificios históricos junto a un rascacielo que las supera en decenas de pisos.
Desde el mirador también es posible reconocer la costa uruguaya, cuando el tiempo lo permite, el río y la Reserva Ecológica, Puerto Madero, y un sin fin de edificios emblemáticos de la ciudad como el Otto Wulff, construído por el ingeniero Nicolás Mihanovich.
En la parte inferior, la galería tiene sus propias visitas guiadas que recuerdan la historia de «los promotores de la obra que fueron los salteños Emilio San Miguel y David Ovejero, dueños de gran fortuna y propietarios de la casona de 1830 que había en el terreno sobre Florida», según se informa en la página web de la galería Güemes.
«Al principio se pensó en realizar la obra tan sólo del lado de Florida, pero luego se sumó al proyecto el Banco Supervielle, propietario del lote que miraba a San Martín, y se optó por un edificio-pasaje que conectara ambas calles mediante una galería de 116 metros», destacó Torres Maya.
Abajo, donde ahora está el complejo cultural Piazzolla Tango, un teatro que contaba con butacas montadas sobre una losa de hormigón armado y con apoyo pivotante -un adelanto para la época- que permitía cambiar la pendiente de la sala.
En tiempos de abandono y decadencia, el lugar que hoy está perfectamente reacondicionado, funcionó como cabaret y gente de mal vivir lo que le ofrece una impronta de misterio y despierta la curiosidad de los visitantes.
El emprendimiento de los salteños fue encargado al arquitecto italiano, Francisco Terencio Gianotti, quien hizo que la galería Güemes fuera considerada una de las obras cumbres de Art Noveau en la ciudad, tipo Liberty, el estilo preferido de los inmigrantes que se diferenciaron de los patricios que lo consideraron «inapropiado».
La inauguración del edificio bautizado en homenaje al héroe de Salta, realizada el 15 de diciembre de 1915, contó con la presencia del entonces presidente de la república, Victorino de la Plaza, en un acto que se llevó a cabo en el Círculo dela Prensa, y a la que también fueron invitados los descendientes de Martín Miguel de Güemes.