En el Parque Nacional Los Alerces, en la provincia de Chubut, comenzaron los preparativos de cara a la temporada de verano revitalizados por el impuso que le otorgó la designación por parte de la Unesco, el pasado 7 de julio, como Patrimonio de la Humanidad.
En tal sentido, el ministro de Turismo de Chubut, Herman Müller, participó de una reunión con el intendente de esa área protegida, Ariel Rodriguez, y los jefes comunales de la Comarca Andina.
«Hay mucho interés y potencial en esta declaración de Patrimonio de la Humanidad al Parque Nacional Los Alerces y queremos que se replique lo que vivimos nosotros con Península Valdés», expresó el funcionario provincial al término de la reunión.
La presencia de los intendentes de las ciudades de Cholila, Trevelin y Esquel, así como la máxima autoridad de Parques Nacionales en el área, «muestran el interés y la necesidad para potenciarlo», agregó.
Müller precisó que la idea «es trabajar en temas puntuales, en reclamos históricos, como los servicios de sanitarios dentro del Parque Nacional, algunos cámpings que hay que regularizar, y la readecuación de pasarelas y servicios lacustres que necesita una licitación seria para que el inversor brinde mayor calidad a la excursión».
Asimismo, informó que «la semana que viene habrá una reunión por el tema de los sanitarios para la próxima temporada» y agregó que se propuso «una serie de capacitaciones en las tres localidades a corto, mediano y largo plazo, para trabajar junto con las autoridades públicas, medios de comunicación, con el objetivo de saber qué implicancias tiene esta declaración».
En una segunda instancia, explicó Müller, se trabajará con el sector turístico, y en una tercera instancia, propuesta desde el Ministerio, «lo implementaremos en el Programa Turismo, Patrimonio y Escuela para trabajar con los chicos residentes que cursen el quinto y sexto grado, ya que a través de ellos es mejor la tarea de sensibilización y concientización»
«El objetivo -añadió- es «potenciar el Parque pero cuidándolo, ya que uno entiende que el turista preserva los recursos y a veces los trabajos más fuerte hay que hacerlos sobre los residentes, para que entiendan que ese paseo hacia el lago no va a dejar de serlo pero hay que ordenarlo, cuidarlo y ello implica una mejor calidad del atractivo, sostenible en el tiempo para las generaciones futuras».