El Patronato de Liberados de la provincia de Buenos Aires adecuó las categorías existentes en su legajo electrónico a la Ley de Identidad de Género con el objetivo de consignar la autopercepción de las personas supervisadas por el organismo.
De esta manera, todo el sistema electrónico de ese organismo ya no tendrá sólo dos categorías para consignar el género de quienes se encuentran bajo su supervisión sino que de ahora en más esas personas se podrán identificar a partir de seis categorías distintas: mujer, varón, mujer trans, travesti, varón trans u otro.
De acuerdo a la Ley 26.743, la identidad de género es “la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente” por lo que “toda persona tiene derecho al reconocimiento de su identidad de género, a ser tratada de acuerdo a su identidad y a ser identificada de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad”.
Desde el Patronato de Liberados se explicó hoy que se avanzó durante los últimos meses en el fortalecimiento de políticas que buscan la igualdad de género porque hasta la actualidad contaba sólo con categorías binarias en su sistema de legajo electrónico.
Así, se explicó que ello «invisibilizaba a colectivos LGBTIQ» e impedía «la construcción de políticas focalizadas en la asistencia, el tratamiento y el control de estas personas».
En se sentido, el presidente del organismo, Anibal Hnatiuk, expuso en declaraciones a Télam que, al asumir en el organismo, «las trabajadoras y trabajadores tenían solamente la posibilidad de consignar la identidad de las personas que supervisaban en varones o mujeres».
«Esto nos impedía conocer cuántas personas de colectivos LGTBIQ tenía bajo supervisión el organismo ni dónde se encontraban», prosiguió y contó que ello generaba «que fueran muy complejas las tareas de asistencia y el tratamiento de esas personas particulares”.
En ese tono, Daniela Castro, directora provincial de Políticas de Diversidad Sexual, remarcó que el Patronato de Liberados bonaerense «es el primero en generar una iniciativa de este tipo, por lo que pasará a la historia como el primer organismo provincial en permitir que las personas puedan ser tratadas a partir de la autopercepción de su identidad de género».
«Este cambio en el registro es más que un cambio burocrático: es comenzar respetar a la gente, a trabajar de forma integral”, concluyó.