El raffting por el río Manso y el lago Steffen, al sur de San Carlos de Bariloche, es una actividad que este verano mantuvo su tendencia de fuerte crecimiento entre los turistas que llegan a esa ciudad y deciden tomar contacto con zonas del bosque andino patagónico aún intactas, sin degradación por cultivo, urbanización o incendios.
El recorrido por este curso de agua, que se puede realizar en embarcaciones pequeñas o kayaks, permite disfrutar de una inmensa variedad de verdes otorgada por una vegetación donde predomina un bosque denso, de altos coihues, con un sotobosque dominado por la caña colihue, que se desarrolla entre barrancas de 240 metros de profundidad teñidas de cipreses, radales, retamos, ñires y lauras.
El secretario de Turismo de Bariloche, Marcos Barberis, señaló que las excursiones a este sitio «son cada vez más requeridas por los visitantes porque describen un marco paisajístico que es difícil encontrar en otras partes del mundo».
«Los prestadores que se dedican a esta actividad tienen un profesionalismo extremo y están regulados, un motivo por el cual estas excursiones son seguras y dejan un recuerdo imborrable», sostuvo el funcionario.
El lago Steffen, que pertenece a la cuenca del río Manso, tiene una superficie de 590 hectáreas, es de forma alargada y ocupa un profundo valle al que se llega luego de transitar un pintoresco camino que atraviesa bosques de lengas, coihues y cañas colihue, enmarcado por montañas.
Las cumbres ubicadas al oeste del lago son notoriamente más altas que las que se hallan hacia el este, por lo que se crea una corriente de agua de velocidad media que no suele ser afectada por oleajes peligrosos y que permite la navegación.
El guía especializado Alejandro Rosales afirmó a esta agencia que debido al terreno poco transitado, «es difícil acceder al lago con embarcaciones».
Sin embargo, aclaró que «con cuidado y velocidad permitida, se puede llegar y acceder a bajadas de lanchas o kayaks en los que se puede recorrer el espejo de agua hasta llegar a la cabecera norte y quedar a poca distancia del lago».
Las aguas del Steffen son un destino de excelencia para los pescadores de salmónidos, ya que al formar parte de la cuenca del río Manso permite el ingreso de truchas de gran tamaño.
Además cuentan con playas de arenas finas y blancas y aguas verdes transparentes y dos cámpings emplazados en un entorno natural de una belleza singular.
La pesca con mosca es otra de las actividades preferidas por los visitantes del lago, ya que en aguas verdes conviven truchas fontinalis, arco iris y marrón.
Juan Pablo Pantano, otro guía especializado, acotó que «la pesca de estos ejemplares está estrictamente controlada y es, en todo los casos, con devolución de las piezas al agua para no afectar el ecosistema».
Los turistas que llegan a este lugar en busca de paisajes naturales inexplorados cuentan con un camino de picada que se puede recorrer en una caminata tranquila que desemboca en una maravillosa caída de agua en la que se pueden avistar aves como el cormorán, el pájaro carpintero, el tero y el martín pescador.
Rosales afirmó que esta caminata «también es muy requerida por los turistas, sobre todo porque otorgan vistas inusuales donde los paisajes de bosques nativos y cordillera se mezclan en forma constante, dando lugar a una multiplicidad de colores y aromas inolvidables».
La llegada al cámping que está a orillas del lago se realiza luego de partir de Bariloche y recorrer 55 kilómetros por la ruta nacional 258, camino a El Bolsón, donde a la altura de Pampa del Toro se toma un desvío que parte a mano derecha y, tras un trayecto de 10 kilómetros por un camino de ripio que pasa por la laguna Huala Hue, llega al improvisado embarcadero.
El cámping está abierto entre el 1 de noviembre y el 1 de mayo, cuenta con 32 fogones, una proveeduría, lugares con buena sombra y un complejo adicional, que es agreste, con 10 lugares para hacer fuego y constituye el sitio preferido para los amantes de la paz y la naturaleza.