El sistema educativo argentino «es un sistema inconcluso que no estuvo diseñado para acompañar la trayectoria de un niño desde los 4 años a la universidad», aseguró la investigadora y docente Flavia Terigi, quien destacó que las causas de la desigualdad y del fracaso escolar responden a ese mismo sistema que enseña a todos por igual, sin atender la diversidad de los alumnos.
Terigi, investigadora y docente en la Universidad de General Sarmiento y coordinadora del proyecto de Unicef sobre escuelas secundarias, manifestó la necesidad de dejar atrás el «aprendizaje monocrómico», aquel que imparte conocimientos a todos , al mismo tiempo y al mismo ritmo y propuso tomar en cuenta experiencias educativas como las del Isauro Arancibia en la Ciudad de Buenos Aires o el programa Envión en Olavarría.
«La simultaneidad, la gradualidad y la contextualización fueron los ejes del sistema educativo argentino durante 120 años. Allí, los alumnos deben desarrollar las condiciones que el sistema espera de ellos y, si no lo logran, interrogamos al estudiante y no a las condiciones de ese sistema», aseguró Terigi.
En este aspecto, la especialista destacó que la articulación entre niveles, primaria-secundaria y secundaria-universidad «funciona mal, porque el sistema educativo no estuvo diseñado para que los alumno salten de nivel adecuadamente. La universidad es del siglo XI, la Ley 1420 es de principios del siglo pasado y la secundaria fue pensada como un nivel de elite».
«Y el resultado final es un proceso inconcluso de acoplamiento de estructuras», destacó Terigi durante una disertación sobre trayectorias escolares organizada por la Fundación Sociedades Complejas-.
Precisó que a esto se le suma » la homogeneización de la enseñanza (dar conocimientos a todos, al mismo tiempo y al mismo ritmo) que adoptó la escuela como una ideario de justicia y que hoy sabemos que fue injusto porque no tenía en cuenta la diversidad de la población escolar. Entonces sabemos dónde arranca el problema del fracaso escolar y la desigualdad educativa en la Argentina».
«Hay aquel alumno que no puede seguir el ritmo o los tiempos del grupo, se reagrupa, es decir se lo hace repetir de nivel, lo que generó mucho rechazo en la opinión pública. Esta práctica generó en el alumno un saber pedagógico por defecto», indicó la educadora.
Autora de numerosos libros sobre educación. Terigi, psicóloga y profesora de Filosofía en la UBA indicó que el sistema educativo «también cifra expectaivas sobre lo que debería aprender un niño a cierta edad, pero un chico de 8 años no tiene la culpa de su edad»
«Pero está pautado para él un aprendizaje monocrómico con un sistema estándar. Hay que romper con la relación ciclo lectivo-grado escolar-edad cronológica y ver otras experiencias educativas ya que esta rigidez del modelo escolar nos esta costando mucho. No todos aprendemos al mismo tiempo», puntualizó la especialista.
En este aspecto, Terigi criticó el Plan Maestro propuesto por el gobierno nacional ya que «son iniciativas sólo educativas, pro que va afrontar problemas porque hay situaciones que no se resuelven unicamente desde lo educativo».
Terigi propuso pensar un sistema en el que para lograr aprendizajes equivalentes los recorridos no tengan que ser necesariamente los mismos, al tiempo que es necesario superar la repitencia como única forma de reagrupamiento.
De acuerdo a los resultados del Operativo Aprender, el indice de repitencia en la Argentina es del 16% y existen profundas desigualdades entre regiones respecto a los saberes, en especial matemáticas, mientras que la mitad de los alumnos manifestaron que se aburren en la escuela-
Terigi manifestó que la formación docente «preparan a los maestros para este tipo de escuelas monocrómica» y llamó a enseñar a los docentes «como organizar su tiempo de trabajo y diversificar los tiempos de la enseñanza ya que la falta de profesionalidad del docente sostiene este aprendizaje homogéneo».
«También se requieren políticas educativas que den respuesta a la crisis del sistema y dar respuestas locales porque estamos llenos de expresiones de voluntarismo. No hay que encontrarle la vuelta a este asunto sino cambiar el sistema», sostuvo la educadora.