(Patricio Murphy)

En la recta final del debate sobre la legalización del aborto, los discursos de los diputados están matizados por el optimismo de aquellos que rechazan el proyecto y por un tono medido de quienes lo defienden, en coincidencia con las proyecciones de votación, que arrojan una leve ventaja para el «No».
Pasadas las 3, cuando la definición de algunos diputados indecisos comenzó a volcarse por el rechazo, quienes rechazan la legalización parecieron envalentonarse, mientras que quienes la apoyan bajaron la euforia que tenían en las últimas horas de ayer.
Todo esto aún con la posibilidad de un final abierto que, en base a ausencias y abstenciones, podría permitir que los defensores del «Si» reviertan el 128 a 126 en contra que arrojan los punteos, más una abstención.
Vehemente, el macrista salteño Martín Grande expresó que «a los que hablan de una masa verde, también les recuerdo que hay una masa celeste”.
“Qué alegría es ver al pueblo reclamando derechos en paz, como suele hacer el pueblo, y remarcar el enorme contraste que hay cuando el pueblo reclama derechos, y cuando las hordas de vándalos y delincuentes invaden las plazas para tratar de dar un golpe tomando el Congreso como pasó en diciembre”, agregó el legislador dirigiendo la mirada hacia la bancada kirchnerista.
Ante los silbidos y abucheos de los diputados del FPV-PJ, Grande agregó que “ya están nerviosos, me alegró, se nota claramente la diferencia”.
Sus expresiones le valieron un llamado de atención del presidente de la Cámara, el también macrsita Emilio Monzó, quien lo llamó a «evitar las provocaciones».
En el mencionado tono pesimista, el mendocino Guillermo Carmona (Frente para la Victoria-PJ) y defensor del proyecto se preguntó «quién festejaría en caso de que gane el ‘No’ a la ley'».
«Los diputados que tomaron esa postura, considero que de buena fe, se pondrían en una posición de celebración, imagino. Pero también festejarían los dueños de las clínicas, los médicos abortistas, las enfermeras abortistas, las comadronas que realizan abortos clandestinos, los beneficiarios principales del ‘No’ en el caso hipotético de que se diera. Y eso es complicidad, o como mínimo, funcionalidad», se lamentó Carmona.
Además, el legislador peronista agregó que «hay una realidad social que está provocando que en el campo de los valores se vulnere el valor más alto para el derecho, el valor de la justicia».
«No es justo que exista un régimen de clandestinidad, que haya mujeres pobres que se mueren porque no tienen la atención médica adecuada y que las mujeres que puedan pagar, vayan y paguen», concluyó.