Un estudio llevado a cabo por Creative Strategies arrojó como resultado que los usuarios de iOS son más propensos a pagar para descargarse aplicaciones que aquellos de Android.
De acuerdo al trabajo, además, los usuarios de ambas platadormas no consideran que se les esté engañando con las compras in-app (56% iOS; 64% Android); y todos prefieren un pago único en vez de una suscripción para hacerse con una app (54% iOS; 47% Android).
Un 46% de los usuarios de iOS afirman que harían una compra in-app con tal de eliminar los anuncios. Esto se compara con un 38% de los usuarios de Android, donde predomina este tipo de modelos de negocio.
Un 45% de usuarios de iOS afirman tener 5 o más apps de pago o suscripción, comparado con tan sólo un 19% de usuarios de Android.
Con estos datos en la mano, podemos decir que el usuario medio de iOS en EEUU suele invertir más de su presupuesto en software y suscripciones, o simplemente en eliminar anuncios de sus apps. Para entender mejor las diferencias entre ambas plataformas, es preciso tener en cuenta dos aspectos.
El primero es que el negocio core de Google son los anuncios, de ahí que sus esfuerzos estén más dirigidos en potenciar los anuncios entre sus apps que el pago de las mismas. El segundo aspecto es que, en general y como afirman en el estudio, los usuarios de iOS se caracterizan por ser menos tolerantes a los anuncios, tener más presupuesto monetario disponible y la existencia de una mayor oferta de contenido de pago.
Esto último es una consecuencia del pirateo existente de apps en la Play Store. Al contrario que en la App Store de iOS, los usuarios de Android pueden instalar apps de otras fuentes diferentes, abriendo la posibilidad a la descarga de apps sin pagar al desarrollador así como a riesgos de seguridad. Esto, a su vez, refuerza el primer punto que mencionábamos antes: el desarrollador prefiere poner la app gratuita y monetizarla mediante anuncios en vez de correr el riesgo de ponerla de pago y que se la pirateen.