La cantante Fabiana Cantilo regresa al universo de la actuación de la mano de «Hipersomnia», película de Gabriel Grieco en clave de thriller psicológico que se estrenó comercialmente ayer, y en la que interpreta a «el Jefe» un personaje que le posibilitó, según cuenta, «conectarse» con su propia maldad.
Rockstar de alta gama, con una dilatada trayectoria sobre los escenarios y notables momentos como sus comienzos en Los Twist y su participación en la banda de Charly García, además de una importante carrera solista, Fabi Cantilo viene desarrollando de modo espaciado pero seguro su carrera actoral, que ya puso en juego en «Aire libre», de Anahí Berneri, donde era la madre de Celeste Cid, y en el unitario «Guapas», donde compuso a Alejandra, ambos en 2014, entre otros trabajos.

Fabi cuenta que cuando recibió el guión de «Hipersomnia» no dudó el aceptar el papel. «Por varias cosas, por un lado porque agarro cualquier cosa porque me encanta el cine pero además me divirtió el guión y me encantó que fuera un personaje malo».

«Me pasó durante el rodaje que empecé a conectarme con mi propia maldad. Sufrí bastante durante la filmación porque era el momento en que se estaba muriendo mi gata. Fue un drama rarísimo que se entrecruzó con este papel. Quizás, me hubiera gustado enojarme sin tanto sufrimiento, pero por algo se dio así», dice.

La cantante cuenta que este quinto trabajo actoral en cine le llegó en una etapa de introspección y espiritualidad, lo que no anula una fuerte autoexigencia en su mirada sobre sí misma. «Me pasa en el cine y me pasa en los shows, siempre pienso que pude haber hecho mejor las cosas», deslizó, acaso injustamente, sobre sus performances.

«Dije que sí enseguida, no lo pensé mucho ni me importó nada, porque me encanta actuar, desde chica. Le hubiera dicho que sí a cualquier cosa», confesó la cocreadora de clásicos como «Ya fue», «Mary Poppins y el deshollinador» y autora de la gran «Júpiter», volviendo a su decisión de aceptar este papel en el filme de Grieco, en el que interpreta a una mujer fría y calculadora que maneja un negocio clandestino de explotación sexual.

«Es una película muy interesante y tiene una fotografía que golpea. Voy a decir que sí a cualquier cosa que me ofrezcan en cine porque no soy nadie, es como cuando empecé a cantar. Hay que hacer eso hasta que después puedas seleccionar tu personaje», expresó la gran figura femenina del rock argentino.

-¿Hay algo que te genere la actuación y que no te llene la música?
Fabiana Cantilo: Actúo, canto, bailo y dibujo desde chica. Lo que más me atrae de la actuación es que te propone salir de vos y ahí descansás, escapás, de tu problemática haciendo de otra persona.

-¿En qué momento se encuentra tu carrera musical?
FB: Voy a sacar «Proyecto 33», toda mi historia musical, en DVD y disco en vivo, tríptico, me lo merezco. Tengo fechas en Montevideo, La Plata y Buenos Aires. Voy donde me llaman, lamentablemente no puedo elegir porque no tengo plata. Hay que tener mucho dinero para producir, por eso decidí arrancar con una productora independiente a partir de «Superamor» (2015). El músico trabaja donde lo llaman, no está exento, y no te lo dice cualquiera, yo lo digo porque sino la gente piensa que uno como músico vive en una burbuja.

-¿Productora propia es sinónimo de bienestar?
FC: Que tengas proyectos independientes no significa que te vaya bárbaro. A mí me va bárbaro porque yo estoy bien, porque trabajo para mí. Vengo de ocho mil cosas, de Sony, de Warner, de estar en la cresta de la ola, de estar por el suelo. Mi carrera es bipolar pero no en el nivel creativo. Igual estoy contenta conmigo misma. Estoy en mi mejor momento, bien de la cabeza, no me queda otra y no puedo volver atrás, no puedo ser más joven (risas). Lo único que uno siempre quiere es volver, no te voy a mentir, pero estoy bien porque estoy real, y me pasa que no quiero otra cosa, estoy empezando a querer lo que tengo, sino siempre estás en otro lado.

-¿Cómo ves la escena actual del rock?
FC: Yo estoy haciendo mi rehabilitación personal, estoy guardada. No sé cómo está la escena, pero el otro día fui a la radio Rock & Pop, en un especial de mujeres, que no es casual, y hago lo que no hicieron conmigo: difundir. En mis comienzos los periodistas hombres no difundían a las mujeres, nadie sabe por qué, y ahora eso ya no pasa.
-¿Ese machismo desapareció?
FC: Por lo menos de mi vida empezó a desaparecer. Me costó un montón, y me trabé en la segunda parte de mi desenvolvimiento artístico, especialmente cuando saqué «¿De qué se ríen?» (1998), con temas propios. Ahí me avivé del latigazo del que no me había percatado antes, y cuando quise hacer la mía y me impuse a las compañías discográficas y a los periodistas, me hicieron mierda.
-¿Los perdonaste?
FC: No se los perdoné aunque en ese momento seguí adelante. Lo miré como una parte de mi vida en la que me dieron y no sé si se puede perdonar muy fácilmente, yo era una artista mujer y no había hecho nada malo. Ahora les está volviendo a todos: se llama, «siéntate en el umbral de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo»… un poco tarde, eso sí (risas). Hay que romperse el culo para seguir y de golpe el mal trago pasa; pero si te caes, fuiste, hay que tener un espíritu inmortal.
-¿Cuál es el mejor recuerdo de tus 33 años de carrera y cuál su mayor crítica?
FC: Lo que más recuerdo son los años con Los Twist, fueron muy importantes para mí, y también que Charly (García) me haya producido mi primer disco solista («Detectives», de 1985). La crítica es haberme querido poco, lo reconozco ahora y lo trabajo. Hay que divertirse ahora con lo que estás tocando en el momento, y no correr detrás del éxito porque no hay ninguna clave, hay que hacer lo que uno siente y hay que ser muy valiente.
Fabiana Cantilo se presentará en formato acústico el viernes 31 en La Trastienda, de Uruguay; el martes 11 de abril en Sala Siranush junto a Hernán Casciari; el sábado 13 de mayo en La Plata y el viernes 2 de junio en la sala porteña La Trastienda, ambos con banda.