Francia recibió en 2018 unos 90 millones de turistas extranjeros, un millón más que en 2017, lo que representa un segundo récord consecutivo para el país, según las primeras estimaciones presentadas por el Ministerio de Exteriores francés.
El nuevo pico histórico se consiguió pese al impacto negativo desde finales de año generado por la crisis de los «chalecos amarillos» y el atentado terrorista contra el mercadillo de Navidad de Estrasburgo el 12 de diciembre, señala un despacho de la agencia de noticias EFE.
En un comunicado, el departamento de Exteriores subrayó hoy que pese a las anulaciones de proyectos de viajes que ambos acontecimientos pudieron motivar, «los primeros indicadores no muestran un fuerte desplome» a comienzos de 2019.
En concreto, las reservas de vuelos internacionales con destino a Francia se redujeron en un 5% para enero y febrero, pero volvieron a crecer las reservas a partir de marzo.
El Ministerio precisó que las principales anulaciones se constataron en mercados alejados, en particular asiáticos, donde más impactaron las imágenes de los disturbios de los «chalecos amarillos» y los del atentado de Estrasburgo, con cinco muertos y 13 heridos.
Frente a eso, entre los turistas europeos, que representan el 80% de los visitantes extranjeros en Francia, las caídas fueron «muy moderadas».
Según el departamento de Exteriores, que tiene las competencias de turismo, todos los operadores coinciden en «previsiones optimistas» para este año, a condición de que «no continúen» las protestas de los «chalecos amarillos».