El papa Francisco, de 86 años, «está bien, despierto y ya trabajando» tras ser operado hoy durante tres horas del abdomen en un hospital de la ciudad de Roma, Italia, en una intervención «sin complicaciones», informó el Vaticano, y por la que suspendió sus audiencias hasta el 18 de junio.
«El Santo Padre está bien y despierto, ya trabajando. Está consciente y ya hizo los primeros chistes», indicó en declaraciones a la prensa desde le hospital Gemelli el médico a cargo de la operación, el italiano Sergio Alfieri.
«Esta tarde, en el Policlínico Gemelli, el Santo Padre fue intervenido quirúrgicamente de una hernia incisional incarcerada en el sitio de la cicatriz de anteriores operaciones quirúrgicas laparotómicas practicadas en los últimos años», explicó Alfieri.
De acuerdo a lo explicado por el médico italiano de 57 años, con más de 9.000 operaciones en su carrera, «esta hernia incisional provocó al Santo Padre, durante algunos meses, un doloroso y progresivo síndrome suboclusivo intestinal».
El médico fue tajante al agregar que el Papa «no tiene otras enfermedades» más allá de la intervención de este miércoles.
«Durante la intervención quirúrgica se encontraron adherencias tenaces entre algunas asas intestinales medias tenales parcialmente englobadas y el peritoneo parietal que provocaban la sintomatología mencionada anteriormente», añadió Alfieri.
Según la explicación del médico, «por ello se procedió a la liberación de las adherencias» y luego «se reparó el defecto herniario mediante cirugía plástica de la pared abdominal con la ayuda de una malla protésica».
Alfieri, en una declaración transmitida a la prensa, agregó que «la cirugía y la anestesia general transcurrieron sin complicaciones» y que, en definitiva, «el Santo Padre reaccionó bien a la cirugía».
«Generalmente para esta intervención se habla de tres a cinco días», planteó Alfieri sobre la prognosis de la intervención, mientras que el vocero papal Matteo Bruni agregó que «por precaución» el pontífice suspendió todas las audiencias hasta el 18 de junio.
«El Papa Francisco está atento y consciente y agradece los numerosos mensajes de cercanía y oración que le han llegado de inmediato», agregó Alfieri.
El médico, que ya había operado a Francisco en 2021, sostuvo que «el Papa ya bromea y me preguntó cuándo hacemos la tercera» intervención.
«La operación terminó: se desarrolló sin complicaciones y duró tres horas», informó el Vaticano una hora antes de la conferencia de Alfieri. Tras la intervención, el Papa fue llevado al piso 10 del hospital, a una habitación preparada para recibirlo y en la que ya estuvo en 2021 y a inicios de 2023.
El pontífice llegó al hospital Gemelli de la capital italiana antes del mediodía para someterse, bajo anestesia general, a una «laparotomía y cirugía plástica de la pared abdominal con prótesis bajo anestesia general», informó esta mañana el director de la oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, en un comunicado sobre la salud del pontífice.
Los dolores llevaron, según fuentes vaticanas consultadas por Télam, a que el Papa acepte finalmente una nueva intervención con anestesia general, a la que se había opuesto en 2022 para tratar sus problemas en la rodilla derecha. La decisión de operar, afirmó Alfieri, se tomó ayer luego de que Francisco se hiciera una tomografía.
En esa línea, hoy la prefectura de la Casa Pontificia envió cartas a todas las personas que tenían audiencia con el Papa y canceló los encuentros por lo menos hasta el 18 de junio, informaron fuentes de la Santa Sede. Entre las actividades suspendidas se encuentra una reunión que el Papa tenía prevista el sábado con 30 Premio Nobel de la Paz en la Plaza San Pedro.
Antes de ir al Gemelli, Francisco había encabezado hoy la tradicional audiencia general de los miércoles y a primera hora mantuvo dos reuniones, una con el cardenal filipino Luis Tagle.
Francisco ya había sido operado en julio de 2021 de una diverticulitis por la que le extirparon 33 centímetros de intestino a causa de una «estenosis diverticular sintomática de colon» que lo tuvo internado diez días.
A inicios de este año, había afirmado -en declaraciones a la prensa- que la diverticulitis había regresado pero estaba «controlada».
Ayer, el pontífice se realizó controles médicos en el Gemelli y luego regresó a su residencia de Casa Santa Marta tras poco más de media hora.
En marzo, el Papa había estado internado en el mismo centro médico por una infección respiratoria que lo obligó a suspender algunas audiencias.
En julio, como es tradición, el Papa suspenderá sus audiencias generales de los miércoles, mientras que en agosto, por el momento, tiene en agenda un viaje a Portugal para participar del 2 al 6 de la Jornada Mundial de la Juventud y luego irá a Mongolia para una visita de una semana.
Junto a Alfieri, informó el Vaticano, estuvieron los médicos Valerio Papa, Roberta Menghi, Antonio Tortorelli y José Quero.
«La operación fue realizada bajo anestesia general por el Profesor Massimo Antonelli, Director del Departamento de Ciencias de Emergencia, Anestesiología y Reanimación, asistido por las doctoras Teresa Sacco y Paola Aceto, además de por el doctor Maurizio Soave», junto a la médica Giuseppina Annetta por el posicionamiento del acceso vascular central, informó el Vaticano.
Según la Santa Sede, «también estuvieron presentes en la Sala de Operaciones el profesor Giovanni Battista Doglietto, director del Fondo de Asistencia a la Salud, y el doctor Luigi Carbone, médico de la Dirección de Salud e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano».