El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, atribuyó los despidos generados luego de la firma del acta compromiso entre el Gobierno, los sindicatos y el sector empresarial al incumplimiento de ejecutivos que «se sentaron a la mesa de negociación» sin la «representación que decían representar».
Así respondió hoy en una entrevista en el diario El Tribuno de Salta a uno de los reclamos que originaron la marcha de la CGT el martes pasado y en el que se generaron disturbios sobre el final luego de que los sindicalistas evitaron precisar una fecha de paro nacional.
«Entre septiembre y enero se crearon más de 140.000 empleos. Seguramente hubo empresas que no cumplieron con lo acordado, y nosotros también lo denunciamos. El problema así pasa por la débil representación de las centrales que nuclean a los empresarios. Se sentaron en la mesa de negociación dirigentes empresariales que evidentemente no tenían la representación de todas las empresas que decían representar», afirmó Frigerio.
Respecto de los despidos, el ministro aseguró que se trata de «cuestiones puntuales que hay que discutir de manera puntual. No con estas manifestaciones o con paros generales».
«Nosotros reivindicamos la mesa de diálogo sectorial, nosotros no decimos que somos Alemania, decimos que estamos dejando atrás lo peor y que en esta coyuntura empezar con los paros y las movilizaciones lo que hace es poner en riesgo esa recuperación», añadió.
Asimismo, dijo que «lo macroeconómico no tiene que dejarnos de ver que hay problemas puntuales. A mí cada argentino que pierde su trabajo me duele, porque es una familia que tiene incertidumbre, que se junta a comer y no sabe si va a tener la comida al día siguiente. Esto no se resuelve con manifestación de ayer, con las trompadas y la violencia».
En otro tramo de la entrevista, Frigerio dijo que desde el Gobierno deben ser «transparentes» respecto de los conflictos de intereses en temas como Avianca o el Correo Argentino.
«Nosotros tenemos que ser transparentes, que es otro reclamo de la gente y lo asumimos. Nosotros venimos de muchísima corrupción en el sector público», señaló, por lo cual consideró que el Gobierno debe ser «más papista que el Papa» en esos temas.
Y aseguró: «No voy a permitir que nos quieran igualar con los corruptos, con los que vienen a la política para llenarse los bolsillos con la plata de la gente».
«Si hay que parar la pelota en algún lugar porque no está todo tan claro como la sociedad demanda, paremos la pelota», finalizó el funcionario para quien el presidente Mauricio Macri «no es un mago, no es un ser iluminado, es el director de orquesta de un equipo de más de cuarenta millones de argentinos que tenemos que tirar todos para el mismo lado».