El ex ministro de Planificación, Julio De Vido, y distintos empresarios deberán presentarse a declarar hoy en los tribunales de Comodoro Py en el marco de la investigación por los cuadernos de las coimas K, la causa que se destapó a partir de las anotaciones de Oscar Centeno, ex chofer de Roberto Baratta.

De Vido es uno de los citados a indagatoria por el juez federal Claudio Bonadio. De Vido, que está preso en Marcos Paz por el desvío de fondos de Río Turbio, es uno de los acusados de integrar la asociación ilícita que se investiga en el expediente.

Además, se presentarán los dos ejecutivos de Electroingeniería que se encuentran detenidos: Gerardo Ferreyra y Jorge Neyra.

Neyra, director comercial de la empresa, irá temprano al despacho del fiscal Carlos Stornelli, con quien, según confirmaron allegados a la defensa del imputado, negocia un acuerdo para transformarse en arrepentido.

Así, Neyra se sumará a lo hecho por otros empresarios imputados en esta causa. En cambio, Ferreyra accionista, director y vicepresidente de la compañía, pidió ampliar su declaración indagatoria.

Según informaron allegados a la defensa del empresario, Ferreyra podría admitir los pagos que se le atribuyen en los cuadernos, pero explicaría que lo hizo como aporte al proyecto político del kirchnerismo del que se considera integrante.

También se espera que Carlos Wagner, el ex presidente de la Cámara de la Construcción, se sume a la lista de arrepentidos.

Para aceptar como arrepentido a Wagner, Stornelli y Bonadio quieren que aporte datos concretos sobre cómo se administró la concesión de la obra pública en la Argentina entre 2002 y 2015.

A diferencia de otros empresarios que admitieron haber pagado retornos y se transformaron en colaboradores de la instrucción, los investigadores creen que el ex presidente de la Cámara de la Construcción tiene mucha información sensible que podría apuntar directamente a Néstor y Cristina Kirchner.

Al mismo tiempo, se presentará a declaración indagatoria Luis Betnaza, director institucional corporativo del Grupo Techint. Ya había declarado como testigo y fue liberado, pero Bonadio evaluó que su posición clave en la compañía también ameritaba imputarlo.

Durante todo 2008, de acuerdo con uno de sus cuadernos, el chofer llevó a Baratta nueve veces -desde abril hasta diciembre- hasta el edificio del Grupo Techint en la calle Della Paolera para retirar «un bolso», «un paquete», primero sin detalles de sus contenidos. Luego Centeno hablaría de «dividendos», de los «dividendos del mes», de «paquetes con dinero». No hablaba de cantidades todavía, no arriesgaba números de varios ceros en dólares, mientras llevaba al «Licenciado» o «el Lic.», su forma de referirse a Baratta en las anotaciones.

Esos bolsos, esos paquetes, terminaban casi siempre -según el relato de Centeno- en un solo lugar: Uruguay 1306, el edificio donde está el departamento de Recoleta que compartían Néstor y Cristina Kirchner.

El primero en arribar al edificio de Retiro fue José López, a las 7 de la mañana, pero no en el marco de la causa de los cuadernos de las coimas, por la que fue citado para la semana que viene, sino que declarará por enriquecimiento ilícito, más de dos años después del episodio que lo llevó a la cárcel: el revoleo de bolsos con nueve millones de dólares en un convento de General Rodríguez.

El ex secretario de obras públicas llegó con casco a Comodoro Py y fuertemente custodiado.

La ronda de indagatorias por la causa que investiga el presunto circuito de coimas que pagaban empresarios de la obra pública a funcionarios del gobierno anterior seguirá el lunes, con el turno de Cristina Kirchner.