El Colegio de Kinesiólogos de la provincia de Buenos Aires alertó sobre la importancia de consultar a un médico ante la aparición de los primeros síntomas de incontinencia urinaria, un mal que afecta al 25 por ciento de la población masculina de más de 40 años y a la femenina de más de 35 años.
«La incontinencia de orina produce mucha angustia en los pacientes, afecta social y psicológicamente a la persona que lo padece y es mucha la gente que no se trata por vergüenza o desconocimiento», aseguró a Télam Marita Motta, miembro también de la Sociedad Kinésica Argentina de Pelvipereonología (SOKAP) y del Colegio de Kinesiólogos de la provincia(CoKiBA).
«Muchos de los afectados, por pudor o desconocimiento, no siguen el tratamiento médico kinesiológico que permite la reeducación del piso pélvico y una notable mejora de la enfermedad. Ante casos graves, existen cirugías y tratamientos de rehabilitación», agregó.
La fuga involuntaria de orina puede darse ante cualquier esfuerzo como toser, estornudar, levantar peso y micción nocturna.
Sucede, en general porque los músculos que controlan el paso de la orina funcionan mal y eso también provoca o está asociado con algunas disfunciones sexuales.
La práctica de algunas disciplinas deportivas provocan la enfermedad, por el mal uso de los músculos abdominales o, como el ciclismo, por lesiones en la próstata.
Motta detalló que el piso pélvico está compuesto por músculos y ligamentos ubicados en la cavidad abdominal y pélvica que sostienen al útero, vejiga, recto y que cumplen diferentes funciones.
Cuando esta estructura se altera por debilidad muscular o alteraciones funcionales, puede ocurrir incontinencia urinaria, fecal, dolor abdominal o disfunción sexual.