Tres fiscales de Morón investigan si hay una organización detrás de las amenazas de bomba que se vienen reportando hace semanas en las escuelas del Oeste del conurbano bonaerense que derivaron en centenares de causas, mientras que desde la comunidad educativa manifestaron su preocupación por las intimidaciones, la falta de práctica de los protocolos de emergencia y la pérdida de clases.
Los fiscales Fernando Capello, Ana Barrozo y Leonardo Lisa de la UFI Nº 2 instruyen las cientos de causas luego de que la Fiscalía General de Morón decidió la semana pasada unir todas las denuncias por las amenazas de bombas, que tienen como particularidad su regularidad y que se producen en varios colegios en simultáneo, tanto en públicos como privados.
«No se puede calcular el número de denuncias porque siguen entrando permanentemente, los fiscales están avocados solamente a estos casos y cruzando información de las causas para ver si hay una organización detrás de las amenazas», aseguró a Télam una fuente de esa dependencia judicial.
«Todavía no tienen ninguna hipótesis, están trabajando, son muchos colegios, días y horarios», agregó.
El fiscal Claudio Oviedo de la UFI Nº 5 de Morón, quien investiga el caso en el cual hoy un joven de 19 años fue detenido acusado de haber realizado amenazas de bomba en el colegio Sofía Barat, en Castelar, aseguró que hay «un efecto contagio por las redes» que deriva en los masivos llamados de amenazas.
«Yo no descarto ninguna hipótesis, son jóvenes los que llaman pero hay que ver si están siendo instigados por algún grupo o red que esté detrás de todo esto», aseveró y recordó que el delito de intimidación pública tiene un máximo de 6 años de prisión.
Desde la Dirección General de Cultura de Educación de la provincia de Buenos Aires se estableció un protocolo de actuación ante estas situaciones y se envío el lunes un material pedagógico para «concientizar a los chicos y a las familias», afirmó hoy el subsecretario de Educación, Sergio Siciliano.
«Es una gran preocupación, más allá del temor de cada denuncia son días de clases que se pierden, esto no es normal, nos llama la atención», manifestó Siciliano, que agregó que si bien «sospechan que es cosa de chicos, no podemos arriesgar la integridad de los alumnos».
Desde las comunidades educativas de Morón, La Matanza, Ituzaingó y Merlo, entre otros partidos, se viene denunciando hace semanas que se producen varias amenazas por día en escuelas y muchas veces en varios establecimientos en simultáneo.
«Empezamos a tener amenazas de bomba sistemáticas desde la semana pasada, hay escuelas que no tiene clase desde hace varios días», aseguró el presidente del Consejo Escolar matancero, Alejandro Schvartzman, y alertó que «hay una situación muy rara, no pasaba en años anteriores, era algo muy esporádico».
En la misma línea se mostró la secretaria del Consejo de Morón, Ana María Ruiz, que opinó que «es un caos» la situación y comentó que «hay muchas escuelas que tienen a los chicos en la calle, las brigadas de explosivos no dan a basto porque llaman a 20 escuelas a la vez hace 10 días».
Alejandro Segura, presidente del Consejo Escolar de Ituzaingó, aseguró que «es el primer año que pasa esto» y expresó su «preocupación por los chicos porque no hay tantos espacios verdes para ir cuando evacuamos».
Padres, alumnos y profesores también se mostraron «preocupados» por las reiteradas intimidaciones en los establecimientos y pidieron «respuestas» a las autoridades.
«Ya van dos veces que llaman esta semana, la anterior pasó lo mismo, estamos hartos», comentó a Télam Graciela, que tuvo que ir a buscar «varias veces» a su nieto Valentino, de 4 años, al jardín Gato con Botas de Ramos Mejía (La Matanza) tras las amenazas.
Alejandra, docente en la Escuela Técnica Nº 8 y el Instituto Superior Formación Docente Nº 45 de Haedo (Morón), aseguró que «el año pasado hubo una sola, ahora la semana pasada recibimos amenazas en tres días seguidos, y en agosto cada 15 días»,
«Son jornadas perdidas, los chicos se van a la casa y muchas veces los padres vienen muy enojados, piensan que son bromas entonces se desdibuja la situación», comentó la profesora.