Un hombre y una mujer serán juzgados en La Plata, a partir de hoy, por la apropiación durante la última dictadura militar de tres menores, cuya madre había sido asesinada por fuerzas militares.
Se trata de la entonces secretaria del Tribunal de Menores N°1 de Lomas de Zamora, Nora Susana Pellicer, y Juan Carlos Milone, encargado del «Pequeño Hogar de Belén» de Banfield, donde los 3 hermanos estuvieron alojados, ocultos de su familia biológica y sometidos a abusos y maltratos.
Los dos civiles serán juzgados desde hoy a las 12 por el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, integrado por Germán Castelli, Pablo Vega y Alejandro Esmoris por la apropiación de los hermanos Carlos, María Ester y Alejandro Ramírez en 1977.
Los cargos que pesan sobre Pellicer y Milone son sustracción de estado civil, sustracción de un menor, sustracción de un menor de 10 años, violación de un menor de 13 años y violación agravada.
Los tres hermanos declararán hoy, por videoconferencia, desde la embajada argentina en Dinamarca, a donde se trasladarán desde Suecia, su lugar de residencia junto a su padre desde fines de los años ’80.
El juicio, que había sido aplazado a fines de agosto, estuvo a punto de postergarse nuevamente a pedido de la defensa de Milone, con el argumento que el hombre había sufrido una operación de cadera.
Sin embargo, la Fiscalía presentó un escrito pidiendo que no se suspenda otra vez ya que las tres víctimas estaban deseosas de contar su historia ante el Tribunal.
Los fiscales Hernán Schapiro y Juan Martín Nogueira reclamaron el inicio del juicio destacando que para los tres hermanos la declaración significaría «el punto más alto de la reparación» al que puedan acceder como víctimas.
«Han aguardado más de 30 años para poder manifestarse sobre los hechos tan graves que han padecido», dijeron los fiscales.
El Tribunal hizo lugar por lo que hoy declararán los tres hermanos y su padre, Julio Ramírez.
El hecho ocurrió en marzo de 1977, pero ya en 1974 la familia comenzó a sufrir persecución policial luego que Julio Ramírez «fuera detenido y puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional el 12 de diciembre de 1974», debiendo Vicente Orrego Meza y sus tres hijos cambiarse varias veces de domicilio.
En febrero de 1977 consiguieron instalarse en una vivienda precaria ubicada en Nother y Santa Cruz de la localidad de San José, en el partido de Almirante Brown, y en la madrugada del 15 de marzo, «un gran número de efectivos pertenecientes a fuerzas conjuntas del Ejército Argentino y de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, en su mayoría vestidos de civil, fuertemente armados, sin intimación previa alguna rodearon la casa y abrieron fuego contra la vivienda», detalló el requerimiento de elevación a juicio.
Luego de pedir que cesaran los disparos, Vicenta reunió a sus hijos y los preparó para salir de la vivienda, lo que hicieron por la ventana trasera: primero sacó a Carlos (5), luego a María Ester (4) y, cuando salía con Alejandro (2) en brazos portando un pañuelo blanco, «le dispararon a quemarropa en la cabeza», recordó el requerimiento.
Los pequeños quedaron al cuidado de un vecino, bajo la promesa de que las autoridades irían a recogerlos, pero nadie fue.
Pasada una semana, el vecino llevó a los tres hermanitos a la Comisaría de Adrogué, en donde los derivaron directamente al Tribunal de Menores N°1 de Lomas de Zamora, que lejos de entregarlos a su padre o una tía paterna que los reclamó, negó conocer su paradero y los alojó en el hogar de Belén.
En ese hogar los hermanos permanecieron hasta diciembre de 1983, sufriendo golpizas, tratos humillantes y abuso sexual.