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El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, dijo hoy que prefiere ser tomado por «antipático» que por «irresponsable» al referirse a las nuevas medidas dispuestas por la provincia para evitar la propagación del coronavirus.
Antes de la reunión que encabezará hoy con intendentes bonaerenses en Mar Chiquita para analizar la situación epidemiológica, el mandatario provincial planteó a radio El Destape que la situación actual da cuenta de la presencia de una «segunda ola».
«Como en Europa y Estados Unidos la segunda ola llegó con la vuelta del frío, acá se esperaba que llegara después el crecimiento fuerte de contagios. Pero empezaron a crecer los casos y esta segunda ola llegó a la Argentina hace un mes», explicó.
Kicillof remarcó que «La ciudad de Buenos Aires sigue liderando la cantidad de casos por millón de habitantes» y expuso que «los contagios que hay en la Costa tienen que ver con la movilidad de las vacaciones».
«Hoy no sólo estamos decidiendo sobre los habitantes de la provincia sino sobre turistas que vienen de otras provincias y de la Ciudad», prosiguió.
En ese marco, planteó que «la provincia resolvió una suspensión de actividades de 1 a 6 de la mañana y una elevación de multas por no uso de tapabocas y para fiestas clandestinas».
Kicillof estimó que «se habían relajado mucho los cuidados» y analizó que «es muy peligroso el aumento de contagios».
Más tarde, se refirió a la articulación con el gobierno porteño para impulsar medidas de cuidado y de control y aseveró que se trata «de coordinar con CABA» aunque existen «miradas bastante distintas».
«Durante la pandemia me acusaron de ser más duro, pero yo prefiero que me tomen por antipático que por irresponsable porque es una enfermedad muy complicada», apuntó Kicillof y le deseó una «pronta recuperación» a Horacio Rodríguez Larreta.
El gobernador pidió «seriedad» en el abordaje del tema, dado que «se trata de luchar contra una pandemia».
Luego, celebró que un total de 732.000 personas se hayan inscripto en la página Vacunate de la provincia y remarcó que «hay que cuidarse más porque falta poquito para poder vacunarse».
«Para los que hablan de libertad, la libertad es la vacuna que venimos esperando desde hace mucho tiempo», agregó Kicillof y analizó que ello permitirá «ir recuperando una vida lo más parecida a la normal: con abrazos, asados, mates y clases presenciales».
Por último, el gobernador subrayó que «hay una parte de la oposición que es bastante vergonzante» debido a que «se opone a todo: a que venga la vacuna rusa, luego a que ‘haya pocas’, no querer barbijos ni vacunas, pero luego quejarse de los contagios».
«Hay un gataflorismo intelectual bastante penoso. Uno puede decir que están en campaña y se oponen a todo. Hay una militancia mediática y política contra la vacuna, pero beberían reflexionar», dijo.
«Lo importante es que seguimos vacunando», finalizó Kicillof.