La piel es uno de los órganos más importante de nuestro cuerpo, por lo tanto es frecuente encontrar enfermedades propias o bien aquellas que se manifiestan a través de ella.
El Cirujano Plástico Juan Manuel di Diego explicó que «la cara, al ser la parte del cuerpo con mayor exposición ambiental suele manifestar trastornos que pueden variar desde un simple problema estético hasta un extensivo cáncer de piel; por ello la importancia de los cuidados y los controles médicos periódicos».
El cáncer de piel constituye uno de los tumores más frecuentes del cuerpo humano y es bien conocida su relación con la exposición extensa e inadecuada al sol. Suele manifestarse con lunares, manchas o verrugas de reciente aparición o que han cambiado de forma, color y textura en los existentes.
¿Cuándo debemos pensar que una mancha podría ser cáncer de piel? Las manchas son coloraciones oscuras o sin color que aparecen en la piel. Existen diferentes tipos según su origen, como los lentigos solares (aparecen por exposición directa al sol), melasma (puede aparecer por un desencadenante de tipo hormonal como el embarazo) y lunares (nuevos o de nacimiento).
En principio, este tipo de manchas no tienen por qué ser malignas, pero siempre deben ser examinadas por un médico especialista, sobre todo si se trata de lesiones nuevas o que han sufrido algún cambio de forma, tamaño, color o textura.
Los dermatólogos y cirujanos plásticos recomiendan para su evaluación y control, el método «ABCDE» que puede ayudar a recordar los signos de alarma que hay que tener en cuenta ante las manchas o lunares:
Asimetría: una parte de la lesión es diferente a la otra.
Bordes: los bordes son borrosos, desdibujado o desiguales e irregulares.
Color: el color es diferente en la misma lesión y puede incluir tonalidades negras, marrones o azuladas.
Diámetro: tamaño grande (mayor a 5-6 mm)
Evolución: cualquier cambio en el tiempo, del tamaño, color o espesor de la mancha o lunar.
Ante estos síntomas, es imprescindible acudir al profesional ya que puede deberse a un carcinoma o un melanoma, que es el tipo de cáncer de piel más grave y que diagnosticado de forma precoz, es curable en la mayoría de los casos.
¿Qué relación existe entre tratamientos estéticos de la piel y prevención del cáncer?
Con la finalización del verano aumentan las consultas para recuperar la piel luego de la exposición prolongada al sol existiendo excelentes tratamientos para ello. Los signos típicos de lesión solar como los lentigos y manchas que dan a la cara un aspecto irregular y envejecido, pueden ser tratados exitosamente con el sistema de Luz Pulsada Intensa, que en 4 o 5 sesiones devuelve a la cara un tono y coloración homogéneo.
Este sistema no sólo es útil para el tratamiento de manchas solares, sino que es la opción por excelencia para las arañitas vasculares o enfermedades como la rosácea (enfermedad de la piel caracterizada por enrojecimiento excesivo de la cara, principalmente en mejillas y nariz).
Es frecuente que los pacientes consulten al dermatólogo o cirujano plástico con un requerimiento estético y es aquí donde se debe actuar. Se considera que cualquier paciente, pero sobre todo aquel que presenta manchas que quiera tratar, podría ser candidato a tener lesiones ocultas de tipo oncológicas y por ello la necesidad de la investigación meticulosa de todo el cuerpo.
Es por ello que la recomendación actual liga la estética a la prevención, el paciente debe solicitar al dermatólogo o cirujano plástico que dentro de la evaluación de su tratamiento de fotorejuvenecimiento con Luz Pulsada Intensa, realice un exhaustivo análisis del resto de las manchas a fin de detectar cáncer de piel; para ello es necesario que quien haga la evaluación sea un médico calificado y entrenado. Asumiendo esta responsabilidad médica, y con pacientes informados, es posible dar batalla a esta afección.