Por Lic. Cecilia Sánchez (*)
La vuelta a clases siempre es un gran desafío para los padres: uniformes, útiles, tareas, etc. Pero un aspecto fundamental a tener en cuenta es la alimentación de los chicos para favorecer el crecimiento, desarrollo y un adecuado rendimiento escolar.
Muchos cursan jornada completa y pasan varias horas fuera del hogar, razón por la cual las viandas cumplen un rol muy importante. Serán el reflejo de lo que se cocina y consume en casa día a día.
La planificación del menú semanal es de gran ayuda al momento del armado de las viandas, debiendo considerar aspectos esenciales para lograr una alimentación equilibrada. Es necesario incorporar los 6 grupos de alimentos: lácteos, verduras, frutas, carnes, cereales y grasas de buena calidad, acompañados de una correcta hidratación.
Otros cuidados a tener en cuenta serán:
* Condiciones de seguridad alimentaria como cocción, conservación y temperatura de los alimentos.
* Hábitos y gustos de los chicos, por ejemplo: una vianda con brócoli o pescado, probablemente regrese a casa intacta.
* Preparar la comida el día anterior y llevar a heladera. Las loncheras conservan el frío, no refrigeran. Por eso es importante que al colocar la comida en la misma, ésta se encuentre previamente refrigerada.
* Guardar los alimentos que van a la heladera en recipientes poco profundos, para acelerar el proceso de enfriamiento.
* Lavar bien las frutas, sobre todo si acostumbran a comerlas con la piel.
* No reutilizar los alimentos que hayan sobrado de la vianda para preparar el menú del día siguiente. De esta manera se evita traspasar posibles bacterias que hayan proliferado a lo largo de todo el día en los alimentos. Recordar que las loncheras conservan la temperatura durante un tiempo aproximado de entre 6 a 8 hs.
Algunos ejemplos de viandas para el inicio escolar:
+ Sándwich de pan árabe o lactal blanco o integral con pollo o carne vacuna o atún y lechuga, tomate, con queso blanco untable en lugar de mayonesa.
+ Arroz tipo primavera, con pollo y verduras.
+ Wok de verduras y pollo.
+ Milanesas de pollo o vaca o con ensalada o papitas y calabaza al horno.
+ Hamburguesas caseras acompañadas con ensaladas varias.
+ Tarta o empanadas con rellenos caseros de choclo, zapallitos, calabaza, espinaca procesada con queso, pascualina, o de pollo o atún.
+ Croquetas de verdura y queso ó de arroz y vegetales.
+ Tortilla en variedades: de papa, zapallitos o espinaca.
+ Ensaladas con fideos tirabuzón o guiseros y pollo, y el agregado de alguna verdura, trocitos de queso u otros ingredientes.
+ Pollo al horno con verduras (tomate cherry como guarnición).
+ Revuelto de zapallitos y cebollitas con graten de salsa blanca y queso rallado.
+ Omelette de queso y ensalada.
+ Pizza acompañada de alguna verdura.
Es importante educar a los niños al momento de comer. Alimentarlos de manera saludable, requiere no solo del conocimiento de cómo hacerlo, sino también del compromiso y la dedicación por parte de los padres o adultos responsables de la alimentación del niño.
Recordemos que para conseguir que los chicos pidan y disfruten de alimentos saludables, una de las cosas más importantes, es que vean la imagen de sus modelos comer y disfrutar de buenos alimentos sin obligación. Logremos que cada comida sea una oportunidad para alimentarlos saludablemente, que sea ejemplo de buenos hábitos y se contagie a otros niños. Nosotros, como adultos, tenemos que estar atentos y escuchar las nuevas recomendaciones aportadas por expertos de salud, nutricionistas, médicos, pediatras, que sin duda, son los que más saben. Hagámoslo por ellos, por los chicos que son nuestro futuro.

(*) Nutricionista del equipo de CRENYF (Centro Médico de Estética Integral).