La industria de la moda de Estados Unidos, un sector que genera unos 250.000 millones de dólares anuales, considera fundamental el impacto de la inmigración y el intercambio cultural en su desarrollo profesional, según un informe elaborado por actores claves del sector.
En la encuesta realizada a 160 representantes de la moda, un 85 % de los participantes considera «el talento extranjero» como pieza clave en el crecimiento de sus negocios, por lo que, ante la situación actual en política migratoria, reclaman al Gobierno nuevas medidas para estabilizar la cuestión migratoria en el país.
Dentro de ese porcentaje favorable, al menos un 30 % precisa que el aporte extranjero es «absolutamente esencial» para el impulso de la moda en Estados Unidos, y un 25 % cree que es «muy importante» en su evolución.
El informe, elaborado por la comunidad tecnológica FWD.us y el Consejo de Diseñadores de Moda de EE.UU. (CFDA, por sus siglas en inglés), argumenta que las decisiones restrictivas en inmigración tomadas por la administración del presidente Donald Trump reflejan ya un impacto negativo en el sector.
«La finalización del programa DACA, junto con la creciente complejidad del proceso de solicitud del visado, difícil de manejar e impredecible, provocan disminuciones en los visitantes y estudiantes nacidos en el extranjero», argumentan los autores del texto.
En este sentido, los diseñadores, firmas y escuelas adscritas a la CFDA expresaron su «preocupación» ante esta coyuntura, puesto que «no desean rechazar a jóvenes calificados» por cuestiones burocráticas, informa la agencia EFE.
El 89 % de los encuestados advierte de que se necesitan mayores recursos económicos en la actualidad para ayudar a los empleadores y estudiantes graduados a solventar los costos legales derivados de inmigración, con un presupuesto estimado de 5.000 a 10.000 dólares por empleado extranjero.
El sector de la moda en Estados Unidos genera 1,9 millones de empleos directos y existen más de 200 escuelas de diseño en todo el país, con varias de las ciudades más destacadas a nivel global en la materia como son Nueva York, Los Ángeles, Miami, Nashville o San Diego.
Así pues, la Global Business Travel Association predice que, gracias a esta presión migratoria, el país perdió aproximadamente 1.300 millones de dólares y más de 4.200 empleos en 2017, además un descenso del 7 % en el número de inscripciones de estudiantes internacionales.
Las empresas de la moda reconocen que su decrecimiento podría afectar a otros sectores relacionados con su actividad como la fotografía, las relaciones públicas o la gastronomía, por lo que urge a las instituciones a tomar este asunto como prioritario en sus agendas.