El Delta del Paraná, un laberinto de arroyos y ríos amarronados que serpentean entre miles de islotes conformados por la acumulación de sedimentos, es uno de los 28 finalistas del concurso «7 Maravillas Naturales de la Argentina», que definirá el próximo martes.
Ubicado al sudoeste de la provincia de Entre Ríos y noreste de la de Buenos Aires, a sólo 32 kilómetros al norte de la Capital Federal, ocupa la porción noreste de los partidos de San Pedro, Baradero, Zárate, Campana, Escobar, Tigre y San Fernando.
Con una superficie total de 14.000 kilómetros cuadrados, el Delta del Paraná es el quinto más grande del mundo y el único que no se encuentra en contacto directo con el mar ya que desemboca en el Río de la Plata, de agua dulce, por lo que posee un microclima especial para la flora.
Este pulmón verde es también una reserva acuífera formada por los sedimentos que arrastra el Río Paraná desde su nacimiento en el territorio brasileño hasta la desembocadura del Río de la Plata, y alberga dos secciones de islas declaradas Reserva de Biosfera por la Unesco.
En la Reserva se conservan ciervos de los pantanos, carpinchos, lobitos de río, gatos monteses, coipos y pavas de monte; así como los últimos restos del monte blanco o selva ribereña y bosques de ceibo en recuperación.
Se puede navegar por ríos y arroyos y descubrir una atmósfera intimista y diferentes paisajes donde conviven las construcciones tradicionales en forma de palafito sobre pilotes de los habitantes locales en armonía con un entorno de ceibos, juncales, cañas, sauces, álamos y frutales.
También hay una amplia variedad de hospedajes, restaurantes y actividades para el turista, a los que se llega en catamaranes de paseo, lanchas taxi o colectivas.
Allí se practica remo, navegación a vela, kayak y natación; además de «safaris fotográficos», avistajes de aves y visitas a casas-museos que pertenecieron a figuras de la cultura nacional.
Una tendencia creciente es visitar el Mercado de Frutos, un paseo de compras en el que se destacan los productos frescos, los muebles, los objetos de diseño y artículos de decoración de mimbre o madera realizados por productores y artesanos locales.
También el casino, el Parque de la Costa, y el complejo acuático Aquafan, que funciona durante el verano.
La subsecretaria de Turismo de la provincia de Buenos Aires Martina Pikielny, destacó el orgullo de ser finalistas en el concurso y consideró al Delta como «un símbolo» provincial
«Es parte del acervo natural único y una de las bellezas que celebran la diversidad cultural, geográfica e histórica bonaerense que los mismos turistas valoran cuando lo eligen como destino de escapadas», añadió.
En igual línea, el subsecretario de Turismo del Municipio de Tigre, Sergio Castro, dijo que la nominación «pone en valor al Delta como un lugar único de Argentina y el mundo».
«Permite atraer targets específicos de mercado con conciencia ambiental, permitiendo el crecimiento de productos que ya venimos desarrollando como birdwatching, fotosafaris y actividades en la naturaleza en general», subrayó.
Agregó que «pone en valor también la identidad isleña y su cultura local, aspecto sobre el cual venimos trabajando junto con artesanos, artistas y productores, convirtiéndolos también en protagonistas de la industria turística local» e invitó a vecinos y visitantes a votar por el Delta a través de la página web oficial 7mar.com.ar.