Luego de la toma de la sede de La Plata del Ministerio de Economía, desde la gestión de María Eugenia Vidal cuestionaron la protesta de los trabajadores del Astillero Río Santiago, la calificaron de «violenta» y apuntaron a los «privilegios» que les otorgaron gobiernos anteriores.

El ministro de Economía, Hernán Lacunza, dijo que la toma que se extendió por catorce horas hasta la 1 de esta madrugada fue «violenta» y arrojó algunos daños materiales. Y tras asegurar que acordaron levantar la protesta para establecer un diálogo «dentro del marco jurídico», criticó los privilegios que tienen los trabajadores en la empresa estatal que funciona, dijo, con «un estándar de producción muy bajo».

De acuerdo a Lacunza, en la actualidad el 1% de los ingresos de Astillero «lo recauda con los barcos que hace o reparaciones menores», al tiempo que aseguró que hacer un barco en la fábrica de Ensenada «cuesta 10 veces más que en cualquier parte del mundo».

Sostuvo que cuenta con 3.250 empleados y que el Estado bonaerense invierte «por año 3500 millones de pesos, el 92% de eso va a sueldos para que funcione», pero que desde hace «más de diez años no hace ningún barco».

«La discusión de fondo es que nosotros ponemos en cuestión privilegios, prebendas, que el gremio tuvo con complicidad de gobiernos anteriores, algunas cosas que consideramos ilegales y ya denunciamos como pagos injustificados al gremio, como el comedor para 3500 empleados donde sólo almuerzan 1500; contratos particulares usando insumos del Estado, contratos que nunca vemos los ingresos», expresó el ministro a radio Mitre.