El Teatro de Cámara de City Bell surgió del sueño Juan Carassale, quien hace 18 años decidió jugarse sus ahorros para llevar a ese rincón en las afueras de La Plata la música que mas le gustaba, pero la pandemia lo dejó en jaque y acaban de lanzar una campaña para salvar ese espacio del cierre.
Con bonos mensuales que «cuestan lo mismo que una docena de facturas», la asociación Lumen Artis que lo maneja, busca conseguir socios para seguir manteniendo el teatro pese a permanecer cerrado por el aislamiento social dispuesto para mitigar los efectos de la pandemia de coronavirus.
El Teatro de Cámara de City Bell, fundado y administrado hace 18 años por la asociación Lumen Artis, fue creado por Carassale para promover las artes y la cultura en todas sus expresiones y así se transformó en un centro de referencia para la región que cuenta con tres salas y capacidad para 160 personas.
Es una joya en medio de City Bell, ubicada a 10 kilómetros de la capital bonaerense, cuya acústica fue diseñada por Gustavo Basso, el mismo ingeniero que tuvo a su cargo refacciones del sonido en el Teatro Colón, el diseño dela sala La Ballena Azul del CCK o la Usina del Arte, y posee un piano de cola Kawai de 1,90 metros.
Para este año, el Teatro tenía programadas 53 funciones de música de cámara, galas líricas, tango, jazz, folclore, pop y cine clásico además de una serie de otras obras de teatro, espectáculos infantiles, conferencias, exposiciones de pintura y escultura, presentaciones de libros y muestras de poesía. Todo quedó en suspenso.
A la espera de que la situación sanitaria permita levantar otra vez el telón, la comisión directiva del teatro inició una campaña a través de redes sociales para conseguir socios que, mediante una cuota mensual de un mínimo de $200, contribuyan al sostenimiento del espacio.
«Este es mi abuelo, orgulloso uruguayo de 88 años que siempre tuvo un sueño: armar en La Plata un teatro de cámara sin fines de lucro, para compartir su amor por la música clásica con quien quisiera ir, para que ese género dejara de ser algo elitista o para pocos», escribió en su cuenta de Twitter Julia Kaiser, la nieta de Carassale, para buscar viralizar la campaña de rescate.
En un extenso «hilo», Julia cuenta que «él le dio vida al teatro y el teatro le dio vida a él. Ese espacio a las afueras de La Plata era su lugar de trabajo cotidiano hasta que llegó la Covid-19».
Télam intentó hablar con Carassale, pero este prefirió que lo hiciera por él Agustin Bolzan, el presidente de Lumen Artis: «este teatro no es estatal ni privado con fines comerciales sino que se maneja equilibrando entradas y salidas».
«Tenemos un bono contribución con precios módicos y en función de un beneficio social porque nuestra función es acercar la cultura a la gente», apuntó en diálogo con Télam y detalló que «se paga menos que por una entrada al cine para ver una opera o un ciclo de cine clásico».
Bolzan contó que además se obtienen fondos «gracias al apoyo de comerciantes, que pagan anuncios publicitarios en medios locales y en la página web, y a la cesión de uso de salas».
«Ahora todo eso está frenado y, si bien la comisión trabaja ad honorem, tenemos gastos fijos de mantenimiento. El sostenimiento de la sala implica una erogación importante y un esfuerzo constante», remarcó.
Por eso, «pensando en que esta es una época de crisis lanzamos por Instagram, Facebook y la página web una invitación a la gente a asociarse con una cuota mínima de 200 pesos, el valor de una docena de facturas».
Sostuvo que «al ser socios, en el futuro tendrán descuentos para las funciones y entrada gratuita al Festival de Primavera de Música de Cámara» pero subrayó que, básicamente, «la propuesta es que contribuyan al sostenimiento de un espacio de estas características y con esta función social».
«Este teatro fue creado en 2002 por don Juan Carassale, quien cuando se retiró del campo del turismo -a sus 60 años- decidió invertir en un pequeño teatro para impulsar la música de cámara», señaló Bolzan.
Describió al espacio como «una pequeña joyita, un lugar único por su calidad y tamaño» e indicó que «no importa dónde uno se siente: siempre ve y escucha bien porque la sala es intimista -tiene una acústica espectacular y crea un clima agradable para disfrutar de la música».
Dentro de las actividades y objetivos musicales del Teatro está la promoción de artistas jóvenes mediante el Concurso en Interpretación de Música de Cámara para Canto-Piano que se desarrolla cada dos años, abierto para intérpretes de todo el país, con premios remunerados y un concierto de gala para los ganadores.
El Teatro cumple también una labor social ofreciendo sus espacios a colegios, talleres musicales y escuelas de arte que requieran de sus instalaciones para la realización de sus eventos y el suceso del año eran los espectáculos para chicos en vacaciones invierno, a sala llena.
«Todo esto quedó suspendido por la pandemia. Por eso invitamos a la comunidad a contribuir con el sostenimiento de este lugar único en https://lumenartis.org/socios/) hasta que se pueda volver a abrir», finalizó Bolzan.