Las «colectoras» son el conjunto de listas de diversos partidos que presentan candidatos propios para una cierta categoría (por ejemplo, diputados nacionales), pero que adhieren a una misma lista de candidatos para otra categoría (por ejemplo, presidente) en la que no presentan candidatos propios.
Así lo explicaba el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) en un informe de 2011, cuando la entonces presidenta Cristina Kirchner firmó el decreto 443 que habilitaba las colectoras para los comicios de ese año.
El gobierno nacional eliminó hoy las denominadas listas colectoras y las candidaturas múltiples para las elecciones presidenciales del próximo 27 de octubre, al derogar el decreto 443, dictado por la entonces presidenta Cristina Kirchner en 2011, por considerar que «genera confusión en el electorado».
Cambiemos ya había buscado eliminarlas en el proyecto de reforma política que impulsó en el 2016, pero que finalmente fue rechazada en el Senado.
Habitualmente, el mecanismo se utilizaba por varios partidos que presentaban candidatos para un cargo de menor nivel y que acompañaban, todos ellos, una misma lista de candidatos para un cargo de mayor nivel.
De esta manera, era común que una misma candidatura presidencial apareciera en varias boletas distintas, acompañada por diferentes listas de candidatos a diputados nacionales, presentadas por diferentes partidos o alianzas.
De este modo, el candidato a presidente que recibía la adhesión de las distintas listas sumaba votos de diferentes partidos sin necesidad de negociar y formalizar una alianza que los integre a todos, mientras que cada una de las listas colectoras se beneficiaba del «arrastre» del candidato al cargo de mayor jerarquía, según explicaba Cippec.
Si bien las listas «colectoras» no están previstas ni en la Constitución nacional ni en las leyes electorales, fueron un mecanismo muy utilizado en la política argentina en los distintos procesos electorales.
En 2011, luego de que el Congreso sancionara la ley de reforma política que creó el mecanismo de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso), la entonces ex presidenta Cristina Kirchner llenó el vacío legal que existía y firmó un decreto que avalaba las colectoras para las elecciones de ese año en las que consiguió la reelección.
En ese decreto, se permitió que fuerzas aliadas al kirchnerismo -como la de Martín Sabbatella- pudieran presentar postulantes propios «colgados» de su propia boleta.
Si bien fueron oficializadas ese año, ya el ex presidente fallecido Néstor Kirchner las utilizó antes de que se instituyeran las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), con el objetivo de impulsar a distintos postulantes bonaerenses pero todos apoyando su candidatura presidencial.
En 2007, el dirigente Roberto Lavagna también utilizó este mecanismo cuando se presentó como postulante a la presidencia por el radicalismo. En distritos como Santa Fe y la ciudad de Buenos Aires, listas distintas de legisladores nacionales iban en la nómina con su boleta a Presidente.
También hubo dirigentes de Cambiemos que se beneficiaron con este mecanismo: en los comicios de 2007, la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, llevó dos listas de candidatos a diputados nacionales por la ciudad: una era encabezada por Patricia Bullrich y la otra por Roy Cortina.
Después de la creación de las PASO, el gobernador de Jujuy, el radical Gerardo Morales, en 2015 tuvo 9 listas distintas que lo llevaron como candidato a mandatario de la provincia.